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22 de septiembre de 2025 a las 12:55
Fiesta de Ska y Circo con La Maldita
La energía vibró en el Velódromo Olímpico. No era para menos, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio celebraban 35 años de "El Circo" y cuatro décadas de trayectoria, una historia escrita con notas rebeldes y ritmos contagiosos. Roco, fiel a su mística, inició el ritual para alejar las malas vibras, preparando el terreno para una noche mágica. Miles de almas, unidas por la música, se entregaron al baile y al canto durante tres horas de puro rock mexicano.
Desde el primer acorde de "Bailando", la euforia se desató. "Quinto Patio Ska" continuó la fiesta, y aunque los círculos de paz se formaban tímidamente al principio, el ritmo no daba tregua. La pista se convirtió en un mar de movimiento, un reflejo de la energía que emanaba del escenario. La banda, liderada por Roco, Pato y Pacho, entregaba su alma en cada canción.
Un momento especial llegó con "Ya lo pasado, pasado", la versión rockera del clásico de José José, un homenaje vibrante al Príncipe de la Canción. La nostalgia se mezclaba con la euforia, creando una atmósfera única. "El Chulo" y "Supermercado" mantuvieron la intensidad, mientras que "Mujer", dedicada a todas las mujeres y en contra de los feminicidios, resonó con fuerza en el Velódromo.
"Tatuaje", "Con sólo tocarte" y "Sirena" prepararon el camino para "Música Guerrera", una canción que elevó los ánimos aún más. La llegada de "Don Palabras" desató la locura colectiva, un himno coreado por miles de voces. "El Tieso y la Negra Soledad" no dio tregua al slam, que se extendía por toda la pista.
Tras un breve respiro, la banda regresó con la fuerza renovada de "Solín", dando inicio a la segunda parte del concierto. Los asistentes, hidratados y con energías recargadas, recibieron la canción con entusiasmo. "Toño" y "Pata de Perro", otro clásico de "El Circo", unieron a diferentes generaciones en un solo canto. No importaba la edad, todos bailaban al mismo ritmo.
"Crudelia" y "Mare" continuaron la fiesta, culminando con el himno "Un Gran Circo", el primer sencillo que catapultó a la banda a la fama. "Un poco de sangre" se convirtió en un emotivo recordatorio de las tragedias que han marcado a México: el 68, Ayotzinapa, y un llamado a la paz en Gaza. La música se convertía en un vehículo de protesta, un grito de esperanza en medio del dolor.
La noche culminó con una explosión de energía. "Pachuco", "Kumbala" y "Calavera" prepararon el terreno para el gran final: "Querida", una versión bailable del clásico de Juan Gabriel, un homenaje vibrante que puso el broche de oro a una noche inolvidable. La Maldita Vecindad, fiel a su estilo, demostró una vez más su capacidad para conectar con el público, fusionando la música con la historia y la protesta social, creando una experiencia que trascendió lo musical. Una noche para recordar, una noche para celebrar la vida y la música.
Fuente: El Heraldo de México