22 de septiembre de 2025 a las 09:25
Domina el trabajo digital
El mundo laboral está experimentando una metamorfosis sin precedentes. La digitalización, que antes parecía una visión futurista, se ha convertido en nuestra realidad, transformando la manera en que trabajamos, comerciamos e interactuamos a nivel global. El auge de las plataformas digitales, impulsado por inversiones millonarias en inteligencia artificial y la creciente demanda de servicios digitales, ha abierto un abanico de oportunidades, pero también ha planteado desafíos cruciales en materia de derechos laborales.
La digitalización de las exportaciones de servicios, que ya representan más de la mitad del total global, según datos del Foro Económico Mundial, es una prueba irrefutable de esta transformación. Este nuevo modelo económico, si bien promete flexibilidad, inclusión y acceso a mercados globales, también conlleva el riesgo de precarización laboral, desigualdad y la erosión de los derechos que tanto tiempo ha costado conseguir. Nos encontramos en una encrucijada donde la innovación tecnológica debe ir de la mano con la justicia social. No podemos permitir que el progreso económico se construya sobre la base de la explotación y la vulnerabilidad de los trabajadores.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), consciente de esta problemática, ha tomado la delantera en la búsqueda de soluciones. La aprobación del Convenio Internacional y la Recomendación sobre trabajo decente en la economía de plataformas en 2025 marca un hito histórico en la protección de los derechos laborales en el ámbito digital. Estos instrumentos buscan establecer un marco global que garantice la protección social, la salud y la seguridad de los trabajadores, así como su derecho a la libertad de asociación y al diálogo social. Se trata de un paso fundamental para asegurar que la economía digital no solo sea eficiente, sino también justa y digna para todos.
La transparencia en la relación entre trabajadores y plataformas digitales es otro aspecto crucial que se aborda en estas nuevas normativas. Es esencial que los trabajadores tengan acceso a información clara y completa sobre sus derechos y responsabilidades, así como sobre las condiciones de su trabajo. La opacidad en este ámbito solo favorece la precariedad y la vulnerabilidad, por lo que la transparencia se erige como un pilar fundamental para construir una economía digital justa y equitativa.
El proyecto de convenio vinculante sobre el trabajo decente en la economía de plataformas, actualmente en negociación en la OIT, representa una oportunidad única para establecer un marco regulatorio internacional que los países puedan implementar en sus legislaciones nacionales. La aprobación de este convenio en la Conferencia Internacional del Trabajo de 2026 sería un logro significativo en la protección de millones de trabajadores digitales en todo el mundo.
La regulación del trabajo en plataformas digitales es, sin duda, un tema complejo que requiere un enfoque integral y colaborativo. Debemos encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos laborales, asegurando que la economía digital no solo impulse el crecimiento y la competitividad, sino que también garantice condiciones dignas para los millones de trabajadores que la sostienen. El futuro del trabajo depende de nuestra capacidad para construir un modelo económico que sea a la vez próspero y justo, un modelo que beneficie a todos y no solo a unos pocos. La tarea es ardua, pero el objetivo es crucial: garantizar que la revolución digital sea una revolución de progreso y bienestar para la humanidad.
Fuente: El Heraldo de México