La angustia que se respiraba en Sonora tras la desaparición de una conductora de aplicación ha dado paso a un suspiro de alivio. La mujer, cuyo nombre se mantiene reservado por seguridad, fue encontrada con vida tras una intensa búsqueda que mantuvo en vilo a la comunidad. Recordemos que la pesadilla comenzó cuando la conductora, a bordo de su Nissan Versa blanco, recogió a un pasajero identificado como Christian "N". Durante el trayecto, en el tramo Hermosillo-El Choyudo, la mujer logró enviar una señal de auxilio a su familia: una fotografía de la credencial de su agresor y su ubicación en tiempo real. Un acto de valentía y previsión que, sin duda, fue crucial para su rescate.

La rápida reacción de la familia, al reportar la desaparición a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), activó todos los protocolos de búsqueda. La Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), desplegó un operativo que abarcó Hermosillo, Guaymas y Empalme, en colaboración con la Célula de Personas Desaparecidas. La tensión se palpaba en cada minuto que pasaba, la incertidumbre carcomía la esperanza. Finalmente, la búsqueda dio sus frutos: la conductora fue localizada en San Carlos, bajo resguardo de las autoridades.

Si bien el alivio por su hallazgo con vida es inmenso, la experiencia ha dejado profundas huellas. La víctima se encuentra bajo observación psicológica, tratando de asimilar el trauma de haber sido privada de su libertad y el robo de su vehículo, su herramienta de trabajo. Es importante destacar la atención que se le está brindando, reconociendo el impacto psicológico de este tipo de situaciones y la necesidad de un acompañamiento profesional para su recuperación.

La historia no termina aquí. Paralelamente al rescate, la FGJES logró la detención de Christian Andrés "N", de 29 años. Al momento de su captura, se encontraba en el vehículo robado, acompañado de tres menores de edad –de 14, 15 y 16 años– quienes fueron puestos bajo la custodia de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Este detalle añade otra capa de complejidad al caso, planteando interrogantes sobre la situación de los menores y su relación con el presunto agresor.

Las autoridades no han escatimado en recursos para esclarecer los hechos. La investigación preliminar apunta al robo del vehículo, pero Christian Andrés "N" también enfrenta una investigación por tentativa de feminicidio, un cargo que se sustenta en la denuncia de la víctima y el análisis de las pruebas recabadas. El historial delictivo del detenido, que incluye antecedentes por robo con violencia, violación y amenazas entre 2011 y 2025, agrava aún más la situación y subraya la importancia de que se haga justicia. Este caso pone de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad de las mujeres que trabajan en el sector del transporte por aplicación y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para protegerlas. También nos recuerda la importancia de la colaboración ciudadana y la rápida actuación de las autoridades en situaciones de emergencia. La esperanza es que este caso sirva como un llamado a la reflexión y a la acción para construir una sociedad más segura para todos.