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22 de septiembre de 2025 a las 19:05
Chiapas: 16 municipios bajo el agua, vía a la Costa reabierta
Las incesantes lluvias que han azotado al estado de Chiapas han dejado una estela de destrucción a su paso, impactando a más de un centenar de familias en al menos 16 municipios. La fuerza de la naturaleza ha puesto a prueba la infraestructura de la región, dejando incomunicadas a varias comunidades y obligando a las autoridades a desplegar un rápido operativo de respuesta. La situación es particularmente crítica en la región del Soconusco, donde el colapso de los puentes Tablazón y Pacayal en Mapastepec ha interrumpido el flujo vital de la autopista costera, principal arteria de comunicación con Tapachula. Imaginen el impacto en la vida cotidiana de quienes dependen de esta vía para su trabajo, sus estudios, el acceso a servicios médicos, o simplemente para visitar a sus seres queridos.
Si bien se ha logrado habilitar un paso provisional en el puente Pacayal I gracias al arduo trabajo de 150 empleados del Centro SICT Chiapas, la imagen de los pobladores descendiendo y ascendiendo los 10 metros de altura de la estructura restante con sogas, cargando sus pertenencias, es un crudo recordatorio de la precariedad que enfrentan. Este paso provisional, aunque vital, no deja de ser una solución temporal que pone de manifiesto la urgencia de reconstruir los puentes de manera definitiva.
El desbordamiento de ríos como el Vado Ancho en Villa Comaltitlán, el Pijijiapan en el municipio homónimo, el Huehueteco en Huehuetán y el Urbina en Cacahoatán, ha pintado un panorama desolador, con viviendas inundadas y familias desplazadas a refugios temporales. A esto se suma el deslizamiento de ladera en Unión Juárez y la caída de dos puentes en la Ruta del Café en Tapachula, afectando no solo la movilidad, sino también la economía local, particularmente en una zona clave para la producción cafetalera.
Las afectaciones se extienden a otras regiones del estado. En Chenalhó, en la zona Altos, el desbordamiento de un río ha provocado inundaciones en viviendas y deslaves en carreteras, aislando aún más a las comunidades afectadas. Zinacantán también reporta deslaves en la carretera que conecta con la capital del estado, complicando el acceso a recursos y asistencia. En Soyaló, el desbordamiento de un río ha replicado la escena de viviendas inundadas, sumando familias a la lista de damnificados.
La respuesta de las autoridades no se ha hecho esperar. El Ejército Mexicano y la Guardia Nacional han activado el Plan DN-III-E, desplegando a más de 70 elementos para brindar apoyo a los damnificados en los municipios más afectados. La solidaridad también se ha hecho presente entre los propios ciudadanos, quienes se han organizado para brindar ayuda a sus vecinos.
El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, tras realizar un recorrido por las zonas afectadas, ha asegurado que todos los damnificados recibirán el apoyo necesario y que los puentes serán rehabilitados, tal como lo prometió la presidenta Claudia Sheinbaum en su reciente visita a Tapachula. Sin embargo, más allá de la reconstrucción de la infraestructura, es fundamental implementar medidas a largo plazo para mitigar los efectos de futuras lluvias y proteger a las comunidades vulnerables. La prevención y la planificación son clave para evitar que estas escenas de devastación se repitan. La reconstrucción no solo debe ser material, sino también social y emocional, para que las familias afectadas puedan recuperar su tranquilidad y reconstruir sus vidas. El camino es largo, pero la solidaridad y la resiliencia de los chiapanecos son la mejor herramienta para enfrentar este desafío.
Fuente: El Heraldo de México