El tiempo, implacable, sigue su curso, pero el recuerdo de Memo del Bosque permanece vívido, especialmente en el corazón de su esposa, Vica Andrade. A cinco meses de su partida, la emotividad aflora con fuerza a través de dos fotografías compartidas en redes sociales. Imágenes que capturan la felicidad de un momento aparentemente cotidiano, pero que adquieren un significado profundo al conocer la sombra que se cernía sobre ellos: la inminente noticia de la metástasis. Un abrazo, una sonrisa, una comida familiar… instantes que ahora se atesoran como joyas preciosas, testimonio de una vida plena que la enfermedad intentaba arrebatar. "Hace un año exactamente, la noche antes de recibir la noticia…", escribe Vica, palabras que transmiten la intensidad del momento, el contraste entre la alegría despreocupada y la angustia que les aguardaba. Y a pesar del dolor, una declaración conmovedora: "Lloramos, pero no como los que no tienen esperanza." Una frase que resume la lucha incansable de Memo, su espíritu indomable que se negaba a rendirse ante la adversidad.

Esa esperanza, alimentada por el amor familiar y la fe inquebrantable, los acompañó durante el largo camino recorrido desde el primer diagnóstico en 2017. Un linfoma de Hodgkin que se manifestó con la virulencia de 22 tumores, extendiéndose por ganglios y huesos. Quimioterapias, un trasplante de médula ósea en 2019, la alegría del aparente triunfo en 2020… momentos de luz y sombra en una batalla contra un enemigo invisible pero implacable. La remisión, la vuelta a la vida, la ilusión de haber vencido… un respiro que, lamentablemente, sería efímero.

El 2025 trajo consigo la reaparición de la enfermedad, con más fuerza, más agresiva. La hospitalización en Texas, el agotamiento extremo, el cansancio que se convertía en una pesada carga… y la devastadora confirmación: la metástasis. El cáncer se extendía, ganando terreno en un cuerpo ya debilitado por años de lucha. Las palabras de Jorge “Burro” Van Rankin, amigo cercano, pintan un cuadro desgarrador: la fatiga extrema, la resignación ante un enemigo que parecía invencible. "Ya no puedo seguir así", una frase que resonaba con la tristeza de quien presiente el final.

El 7 de abril de 2025, Memo del Bosque se despidió de este mundo, dejando un vacío irreparable en la televisión mexicana, en la vida de sus colegas, amigos y, sobre todo, en su familia. Su esposa Vica, sus hijos Luca, Coral, Luna, y Sean, fruto de una relación anterior de Vica, enfrentan la ausencia con el dolor de la pérdida, pero también con la fortaleza que Memo les inculcó. La certeza de que su legado, tanto profesional como personal, perdurará en el tiempo.

La previsión de Memo y Vica, al hablar abiertamente sobre su última voluntad, refleja la responsabilidad y el amor por su familia. Sus hijos, herederos principales, recibirán no solo un patrimonio material, sino el invaluable tesoro de los recuerdos, las enseñanzas y el ejemplo de un hombre que luchó con valentía hasta el último aliento. Un hombre que, a pesar de las sombras, siempre eligió vivir con la luz de la esperanza.