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20 de septiembre de 2025 a las 23:30
¡Edgar se casa! El meme que no se olvida.
El tiempo vuela, ¿no? Parece que fue ayer cuando un joven Édgar Martínez Esparza protagonizaba, sin saberlo, uno de los primeros memes virales de México. De un chapuzón inesperado en un río, nació "Édgar se cae", una frase que resonó en todo el país y que, para muchos, representa la inocencia de los primeros años del internet en México. Casi dos décadas después, ese niño que nos sacó tantas risas, ha crecido. Y no solo eso, ¡se casa!
La noticia ha corrido como la pólvora en redes sociales, donde Édgar, ahora un reconocido influencer regiomontano, anunció su próxima boda con Valeria Bermea. La fecha elegida: el 10 de octubre de 2026. Un día que, sin duda, marcará un nuevo capítulo en la vida de esta figura que, de forma involuntaria, se convirtió en parte de la cultura popular mexicana.
La propuesta de matrimonio, un momento íntimo y romántico, tuvo lugar en las pintorescas Bodegas del Viento, en la Sierra de Arteaga, Coahuila. Ahora, para anunciar la fecha de la boda, la pareja eligió otro escenario impresionante: Cuatro Ciénegas, también en Coahuila. Las fotografías de ambos anuncios, compartidas en Instagram, destilan felicidad y complicidad.
Como era de esperar, la noticia ha generado una oleada de reacciones entre sus seguidores. Las felicitaciones no se han hecho esperar, pero tampoco las bromas, llenas de nostalgia y buen humor, que hacen referencia al icónico video. "Sólo no haga la boda cerca de los lagos o ríos", "ella te va a defender para que no te tiren al río, ¡felicidades!", "En mis tiempos no se valía empujar al agua", son algunos de los comentarios que inundan las publicaciones.
Es inevitable sonreír al leerlos. Son la prueba de que el video de "Édgar se cae" ha trascendido el simple meme para convertirse en un recuerdo colectivo, una anécdota que une a generaciones y que, de alguna manera, forma parte de la historia del internet en México.
El anuncio de la boda de Édgar no solo celebra el amor de una pareja, sino también el paso del tiempo y la evolución de las redes sociales. De un video casero a un influencer con miles de seguidores, la historia de Édgar es un reflejo de cómo el internet ha transformado nuestras vidas. Y aunque el tiempo pase y las plataformas cambien, siempre habrá un lugar en nuestra memoria para ese niño que, sin quererlo, nos regaló uno de los memes más queridos de México. ¿Quién hubiera imaginado que el niño que cayó al río, años después, estaría a punto de dar el gran salto al matrimonio? Le deseamos toda la felicidad del mundo a la pareja. ¡Y que en la boda no falten las risas, ni los memes!
Fuente: El Heraldo de México