20 de septiembre de 2025 a las 16:50
Conductor enfurecido: Doble atropello mortal
La indignación y el horror se apoderan de Medellín tras un aterrador incidente captado en video que ha conmocionado a la ciudad. Las imágenes, que se han viralizado rápidamente en redes sociales, muestran la escalofriante secuencia de un homicidio ocurrido en el sector de La Minorista el pasado lunes. Un conductor de autobús, tras un aparente atropello inicial, no solo omitió socorrer a la víctima, sino que, ante los reclamos de los testigos, decidió arrollarlo nuevamente, provocándole la muerte.
El video de 57 segundos, un crudo testimonio de la tragedia, comienza con la víctima yaciente en el suelo, inmóvil y aparentemente inconsciente, rodeado de personas que intentan prestarle auxilio. La tensión palpable en la escena se intensifica cuando los presentes comienzan a increpar al conductor. Si bien la publicación en redes sociales menciona la intención de linchar al chofer, el video no muestra actos de violencia física por parte de los testigos. Lo que sí registra la cámara es el momento preciso en que el autobús retrocede y acelera, atropellando por segunda vez a la víctima, un acto que desató la consternación y el horror entre los presentes.
La imagen posterior es desgarradora: una mancha de sangre en el asfalto, mudo testigo de la brutalidad del acto. Según informes, el cuerpo de la víctima fue arrastrado por el vehículo aproximadamente 100 metros antes de ser abandonado, aparentemente sin vida. El conductor, por su parte, se dio a la fuga, dejando tras de sí una estela de incredulidad y dolor.
La justificación ofrecida por Metroplús, argumentando que el conductor actuó para proteger su integridad y la de los transeúntes, ha añadido más leña al fuego de la polémica. La ciudadanía exige justicia y una investigación exhaustiva que esclarezca los hechos y determine las responsabilidades correspondientes. ¿Fue realmente un acto de defensa propia o una muestra de desprecio por la vida humana? ¿Qué medidas se tomarán para garantizar que hechos similares no vuelvan a ocurrir? Estas son solo algunas de las preguntas que resuenan en las calles de Medellín, una ciudad que llora la pérdida de una vida y clama por justicia.
Mientras las autoridades realizan las indagatorias pertinentes, la sociedad se debate entre la conmoción y la exigencia de respuestas. Este trágico suceso pone de manifiesto la fragilidad de la vida y la necesidad urgente de promover una cultura de respeto y responsabilidad en las vías. La impunidad no puede ser una opción. Es fundamental que se aplique todo el peso de la ley para que este acto de violencia no quede sin castigo y se envíe un mensaje claro: la vida humana es invaluable y debe ser protegida a toda costa. El clamor por justicia se une al llamado a la reflexión sobre la convivencia ciudadana y la importancia de la empatía en un mundo cada vez más complejo y violento.
Fuente: El Heraldo de México