La polémica está servida en La Casa de los Famosos México. La noche del viernes 19 de septiembre, en la víspera de la fiesta esquimal, una dinámica aparentemente sencilla para encontrar una moneda del destino desató la furia de los fans en redes sociales. ¿La razón? Una supuesta "gatada" de la producción que dejó a Abelito, el carismático influencer, con un sabor amargo en la boca y a la audiencia con la sensación de un montaje.

Recordemos la secuencia de los hechos: Abelito encuentra la moneda y la recompensa es una llamada telefónica. La ilusión del joven zacatecano es palpable, la esperanza de escuchar la voz de un familiar se dibuja en su rostro mientras se dirige al confesionario. Y entonces, la decepción. Del otro lado de la línea no está su padre, sino el comediante Daniel Sosa, amigo de "El Guana", José Luis Rodríguez. La confusión, el humor forzado de Abelito para sobrellevar la situación, y la posterior revelación de que la llamada era, en realidad, para su compañero, han incendiado las redes.

La palabra "gatada" se ha convertido en tendencia, acompañada de una oleada de memes y comentarios que acusan a la producción de manipular la dinámica. Muchos se preguntan si la moneda estaba destinada desde un principio para "El Guana", considerado por algunos como uno de los "protegidos" del programa. La secuencia de eventos, desde el intento fallido de "El Guana" por acceder al almacén donde estaba la moneda, hasta la posterior llegada de Dalilah Polanco, quien sí pudo entrar, alimenta las sospechas de un guión preestablecido.

La indignación de los seguidores va más allá de la simple confusión. Se percibe una injusticia hacia Abelito, quien se ilusionó con la posibilidad de hablar con su familia y terminó siendo, en palabras de muchos, un simple "mensajero". La pregunta que resuena en redes sociales es si la producción realmente juega limpio o si los "ganes" y las "desgracias" de los participantes están orquestados para generar controversia y mantener el interés de la audiencia. Algunos incluso recuerdan la victoria de Facundo en una dinámica similar y se preguntan si también hubo algún tipo de intervención externa.

El incidente con Abelito ha reavivado el debate sobre la transparencia en los reality shows. ¿Hasta qué punto la producción interviene en el desarrollo de la trama? ¿Se prioriza el espectáculo por encima del bienestar emocional de los participantes? Son preguntas que exigen respuestas y que, sin duda, seguirán alimentando la conversación en las próximas horas. Mientras tanto, la imagen de Abelito preguntando con inocencia "¿No está mi papá contigo?" se ha convertido en un símbolo de la decepción y la manipulación percibida por muchos espectadores. Un recordatorio de que, detrás de las luces y el glamour de la televisión, las emociones de los participantes son reales y merecen respeto.