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20 de septiembre de 2025 a las 21:40
Abelito, el mensajero de amor para Daniel Sosa y su papá.
La tensión se palpa en el ambiente. La Casa de los Famosos México 3 se ha convertido en un hervidero de emociones encontradas tras el incidente de la moneda del destino. Lo que prometía ser un momento de conexión con el exterior, un respiro de la convivencia encerrada, se transformó en una amarga decepción para Abelito, el influencer que con tanta ilusión se aferró a la posibilidad de escuchar la voz de su familia. El hallazgo de la moneda, un tesoro en ese contexto de aislamiento, se convirtió en una daga que le atravesó el corazón. La expectativa se desvaneció en el instante en que "La Jefa" anunció que la llamada no era para él, sino para El Guana, y que además, debía actuar como mensajero de Daniel Sosa.
Imaginen la escena: Abelito, con el corazón latiéndole a mil por hora, creyendo que por fin podría hablar con sus seres queridos, rompe en llanto de la emoción. Un llanto que rápidamente se transformó en desconsuelo al comprender la realidad. La promesa de un abrazo a la distancia, de unas palabras de aliento de su padre, se esfumó. En su lugar, se le encomendó la tarea de transmitir un mensaje a otro compañero. No es difícil comprender el torbellino de emociones que debió experimentar: la alegría inicial, la confusión, la decepción, la frustración… un cóctel explosivo que lo dejó visiblemente afectado.
Y la controversia no se hizo esperar. Las redes sociales, ese termómetro de la opinión pública, estallaron en indignación. El hashtag #JusticiaParaAbelito se convirtió en la bandera de un clamor colectivo que exige respeto por los sentimientos de los participantes. ¿Es justo jugar con las emociones de personas que ya se encuentran en una situación vulnerable, lejos de sus afectos y expuestas al escrutinio constante? La producción del programa ha sido puesta en la picota, acusada de manipulación y de favorecer a ciertos concursantes.
La imagen de Abelito, desolado, dirigiéndose a la cámara para enviar un mensaje a su padre a través de Daniel Sosa, es desgarradora. "Tú fuiste mi mensajero, ahora tú serás el mío", una frase que resume la crudeza de la situación, la necesidad de aferrarse a cualquier resquicio de esperanza para conectar con el exterior. Un mensaje cargado de amor, de añoranza, pero también de una profunda tristeza. La petición de Abelito, "que cierre la tienda y venga a pasarla bien", refleja la magnitud del vacío que siente, la necesidad de la presencia paterna en un momento tan crucial.
La polémica está servida. ¿Se tomarán medidas? ¿La producción reconsiderará su estrategia? Mientras tanto, la audiencia sigue atenta, debatiendo, opinando, y sobre todo, mostrando su apoyo incondicional a Abelito, el "niño por siempre" que ha conquistado el corazón de muchos con su autenticidad y su vulnerabilidad. La Casa de los Famosos se ha convertido en un escenario donde las emociones se amplifican, donde la línea entre el juego y la realidad se difumina, y donde cada acción tiene consecuencias que resuenan más allá de las paredes del confinamiento. ¿Qué nos depararán los próximos días? El tiempo lo dirá.
Fuente: El Heraldo de México