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19 de septiembre de 2025 a las 09:30
T-MEC 2026: ¿Oportunidad o amenaza?
La cuenta regresiva hacia el 2026 ha comenzado, y con ella, la incertidumbre sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Si bien el discurso oficial mexicano se centra en la continuidad del acuerdo, la realidad es mucho más compleja. Los ecos de la era Trump, con sus aranceles y presiones comerciales, aún resuenan, y la próxima revisión del tratado se perfila como un escenario de alta tensión, mucho más allá de un simple trámite técnico.
En el aire flota la pregunta clave: ¿revisión o renegociación? Aunque se evite el término, las acciones hablan por sí solas. Los aranceles impuestos bajo el argumento de la seguridad nacional, las constantes exigencias de Estados Unidos en materia laboral y de reglas de origen, y las exenciones condicionadas a productos que cumplen con el T-MEC, dibujan un panorama que se asemeja más a una renegociación encubierta. Washington, con su objetivo de reducir su déficit comercial, presionará para obtener concesiones significativas de México y Canadá.
El sector automotriz, pilar fundamental del T-MEC, se encuentra en el ojo del huracán. Las reglas de origen, en particular el porcentaje de contenido norteamericano y los salarios mínimos, serán objeto de intenso debate. México deberá demostrar no solo cumplimiento, sino también proponer alternativas que protejan su industria y a sus trabajadores. No se trata solo de cifras y porcentajes, sino del sustento de miles de familias y de la estabilidad económica del país.
La sombra de los aranceles al acero y aluminio, impuestas bajo la justificación de la seguridad nacional, también se cierne sobre la revisión. México necesita presentar una defensa sólida, con datos y argumentos que demuestren lo injustificado de estas medidas, especialmente considerando la interdependencia comercial entre los tres países.
La incertidumbre generada por la posibilidad de nuevos aranceles y ajustes regulatorios impacta directamente en la inversión. Las empresas necesitan reglas claras, plazos definidos y mecanismos de solución de controversias confiables para poder operar con seguridad. México debe exigir transparencia y predictibilidad en el marco del T-MEC para garantizar la continuidad de las cadenas de suministro y la confianza de los inversionistas.
Mientras Estados Unidos endurece sus posturas comerciales, otros bloques económicos, como la Unión Europea y los BRICS, ofrecen alternativas más flexibles y atractivas. México no puede darse el lujo de perder competitividad. Modernizar la logística, reducir tiempos, facilitar el comercio y apostar por la tecnología son claves para mantenerse en el juego global.
En este complejo escenario, los Agentes Aduanales jugamos un papel fundamental. Somos quienes operamos el tratado en el día a día, gestionando los cruces fronterizos, los trámites de origen, los registros, certificados y costos. Conocemos de primera mano los retos y las oportunidades del comercio internacional. Por ello, desde la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM), hemos impulsado la recopilación de propuestas y experiencias del sector para presentarlas al Secretario de Economía, actuando como un puente entre la operación y la política.
La revisión del T-MEC en 2026 no es una mera formalidad. Es un momento crucial para defender los intereses de México, proteger nuestra industria y asegurar un futuro próspero en el escenario global. Necesitamos una estrategia sólida, basada en argumentos técnicos y en la experiencia de quienes vivimos el comercio internacional en la trinchera. El futuro del T-MEC está en juego, y debemos estar preparados.
Fuente: El Heraldo de México