19 de septiembre de 2025 a las 06:05
Robben: ¿El fin de una era?
La sombra de la duda se cernió sobre el mundo del fútbol. Un rumor, veloz como un contraataque, se propagó por las redes sociales: Arjen Robben, el icónico extremo neerlandés, había fallecido. La noticia, desprovista de fuente oficial, encendió las alarmas de los aficionados, quienes con incredulidad y preocupación comenzaron a compartir recuerdos de sus gambetas imposibles, sus goles memorables y, por supuesto, aquel polémico penalti en Brasil 2014. La incertidumbre creció como una bola de nieve, alimentándose de la ausencia de un comunicado oficial por parte del exfutbolista o de su entorno. El silencio, en la era de la información instantánea, se interpretó como una confirmación tácita, avivando aún más la especulación.
Sin embargo, la verdad, como un pase filtrado entre líneas defensivas, pronto se abrió paso. Reconocidos medios de comunicación y personas cercanas al jugador desmintieron categóricamente la noticia, confirmando que Robben se encontraba con vida y en buen estado de salud, disfrutando de su retiro lejos del bullicio mediático. El alivio inundó a los seguidores del fútbol, quienes respiraron tranquilos al saber que el "hombre de cristal", apodo ganado por su fragilidad física pero también por la belleza de su juego, seguía entre nosotros.
Este episodio nos recuerda la fragilidad de la información en la era digital, donde la velocidad de propagación a menudo se impone a la verificación de la veracidad. El caso de Robben sirve como una llamada de atención sobre la importancia de contrastar las fuentes y no contribuir a la difusión de noticias falsas.
Más allá del susto, el rumor también puso de manifiesto el impacto que Arjen Robben dejó en el mundo del fútbol. Desde sus inicios en el Groningen, pasando por el PSV Eindhoven, Chelsea, Real Madrid y culminando en el Bayern Múnich, el neerlandés dejó una huella imborrable con su velocidad endiablada, su regate característico y su potente zurda. Su palmarés, repleto de títulos de liga, copas nacionales y la anhelada Champions League, atestigua su grandeza como futbolista.
En México, el nombre de Robben evoca sentimientos encontrados. El recuerdo de aquel penalti en los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, que significó la eliminación del "Tri", aún perdura en la memoria colectiva. El "no era penal", convertido en un grito de guerra para los aficionados mexicanos, refleja la frustración y la polémica que rodearon aquella jugada. A pesar del tiempo transcurrido, la figura de Robben sigue generando debate y pasión en tierras aztecas.
Hoy, alejado de los terrenos de juego, Robben disfruta de una nueva etapa en su vida. Su reciente participación en el Maratón de Rotterdam demuestra su espíritu competitivo y su pasión por el deporte. Aunque ya no deslumbra con sus gambetas en el césped, su nombre sigue resonando en el corazón de los aficionados al fútbol, quienes recuerdan con admiración su talento y su legado en el deporte rey. Un legado que, afortunadamente, continúa escribiéndose.
Fuente: El Heraldo de México