19 de septiembre de 2025 a las 10:30
Impulsa el desarrollo: Rompe el círculo vicioso
La Cuarta Transformación (4T) se ha propuesto romper con el círculo de la pobreza descrito por Samuelson, no con paliativos, sino con una transformación estructural de la economía mexicana. Su apuesta principal: los Polos de Desarrollo para el Bienestar. No se trata simplemente de inyectar recursos a fondo perdido, sino de crear las condiciones para un crecimiento sostenido y un desarrollo integral que beneficie a todas y todos los mexicanos.
Imaginen zonas geográficas estratégicamente seleccionadas, dotadas de la infraestructura necesaria para impulsar sectores clave de la economía. No hablamos solo de carreteras y puertos, sino también de acceso a energía, formación de capital humano especializado y, crucialmente, fomento a la innovación tecnológica. Piensen en la agroindustria modernizada, en la electromovilidad floreciendo en regiones con potencial para la generación de energías limpias, en la industria farmacéutica desarrollando medicamentos de vanguardia. Este es el panorama que la 4T busca construir con los Polos de Desarrollo.
El Plan México de la Dra. Claudia Sheinbaum, con su énfasis en la sustentabilidad y el desarrollo integral, refleja esta visión. No se trata únicamente de aumentar el PIB, ese indicador que, si bien importante, no siempre refleja la realidad de la gente. Se trata de mejorar la calidad de vida de las personas, de ampliar su acceso a la salud, a la educación, a un empleo digno. Se busca un crecimiento que se traduzca en bienestar tangible para las familias mexicanas.
La inversión en capital humano es fundamental en esta estrategia. No basta con tener recursos naturales y tecnología de punta; es necesario contar con personas capacitadas para aprovecharlos al máximo. Por eso, los Polos de Desarrollo van de la mano con programas de capacitación y formación, buscando no solo generar empleos, sino empleos de calidad, que permitan a las personas desarrollar todo su potencial.
El aumento del PIB reportado por el INEGI en el segundo trimestre de 2025 es un dato alentador, pero es solo una pieza del rompecabezas. El verdadero éxito se medirá en el incremento del Índice de Desarrollo Humano (IDH), ese indicador que nos habla de la esperanza de vida, la educación y el poder adquisitivo de la población. Y es ahí donde los Polos de Desarrollo, con su enfoque integral, tienen el potencial de marcar una verdadera diferencia.
Los 15 Polos de Desarrollo ya puestos en marcha son la prueba de que esta no es solo una promesa vacía, sino una realidad en construcción. La inversión prevista, equivalente al 1.5% del PIB, y los incentivos fiscales para la inversión en maquinaria, equipo y capacitación, envían un mensaje claro a los inversionistas: México está abierto a los negocios, pero negocios que generen desarrollo, que impulsen la innovación y que beneficien a todos, no solo a unos cuantos.
Estamos transitando de los círculos viciosos del neoliberalismo, donde la riqueza se concentraba en pocas manos y la pobreza se perpetuaba, a los círculos virtuosos de la prosperidad compartida. Como bien lo han señalado Acemoglu y Robinson, la clave está en la innovación tecnológica y en la capacidad de hacer más productivos nuestros recursos, incluyendo el más valioso de todos: nuestra gente. Los Polos de Desarrollo son la apuesta de la 4T para lograr este objetivo y construir un México más justo y próspero para todos.
Fuente: El Heraldo de México