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19 de septiembre de 2025 a las 12:10
¡Arranca el Tren Querétaro-Irapuato!
El silbato resonó, marcando no solo el inicio de la construcción, sino también el comienzo de una nueva era para la región. Desde la histórica estación de Apaseo El Grande, en el corazón del Bajío, la maquinaria rugió a la vida, dando el primer paso en la ambiciosa construcción del Tren Querétaro-Irapuato. Una obra colosal, con una inversión que supera los 98 mil millones de pesos, destinada a transformar el panorama de la movilidad y el desarrollo en la zona.
Más allá de los números, esta no es solo una obra de infraestructura, es una inversión en el futuro. Un futuro donde la distancia se acorta, donde las oportunidades se multiplican y donde el progreso llega a todos los rincones del Bajío. Imaginen la escena: familias viajando con comodidad y seguridad, empresas conectando sus operaciones con mayor eficiencia y comunidades enteras floreciendo gracias al impulso económico que este proyecto traerá consigo.
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó la importancia de esta obra dentro del ambicioso plan de expansión ferroviaria de tres mil kilómetros. Un plan que busca no solo revitalizar la infraestructura del país, sino también reconectar a las comunidades y reactivar el desarrollo económico. La Cuarta Transformación, como se ha denominado a este periodo, tiene como uno de sus pilares fundamentales el renacimiento del tren de pasajeros, un símbolo de progreso y modernidad que por mucho tiempo estuvo relegado. Este proyecto del Tren Querétaro-Irapuato no es una excepción, sino un ejemplo palpable de este compromiso.
Andrés Lajous Loaeza, director general de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), proporcionó detalles cruciales sobre la magnitud del proyecto. El primer tramo, de 30.3 kilómetros, es solo el inicio de una ambiciosa red ferroviaria que se extenderá a lo largo del Bajío. Se espera que beneficie a más de dos millones de personas, no solo a través de una mayor accesibilidad al transporte, sino también mediante la generación de miles de empleos, tanto directos como indirectos. Un impulso vital para la economía local, que se verá dinamizada por la construcción, operación y mantenimiento de esta moderna infraestructura ferroviaria.
La meticulosa planificación de la obra es evidente en cada detalle. Se ha considerado una vía doble con características de alta velocidad para garantizar la eficiencia y seguridad de los pasajeros. Además, se han tomado en cuenta las condiciones hidrológicas de la zona, implementando medidas para mitigar cualquier posible afectación por lluvias extremas, demostrando un compromiso con la sostenibilidad y la resiliencia. El futuro se construye con visión, y este proyecto es una muestra clara de ello.
Las próximas etapas del proyecto son igualmente prometedoras. Las licitaciones están en marcha para la construcción de estaciones en Celaya, Cortázar, Salamanca e Irapuato, esta última como punto de conexión con la futura línea hacia Guadalajara. Una red ferroviaria interconectada que promete impulsar la integración regional y facilitar el intercambio comercial y turístico entre estas importantes ciudades del Bajío.
La gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, no ocultó su entusiasmo por el inicio de esta obra. Con una visión clara del impacto positivo que tendrá en la región, destacó la importancia de la conectividad entre los municipios y la generación de desarrollo, progreso y bienestar para las comunidades. El tren, históricamente un símbolo de unión y prosperidad, vuelve a ser protagonista en la construcción de un futuro mejor para Guanajuato y para todo el país. Un futuro donde la movilidad, la conexión y el progreso van de la mano.
Fuente: El Heraldo de México