18 de septiembre de 2025 a las 07:00
¡Valentina Gilabert recibe amenazas de muerte! (VIDEO)
La pesadilla para Valentina Gilabert parece no tener fin. Tras sobrevivir a un brutal ataque a manos de Marianne Gonzaga, en el que recibió catorce puñaladas que pusieron en grave riesgo su vida, la modelo y creadora de contenido lucha ahora contra una nueva forma de violencia: el acoso digital. Las heridas físicas, aunque profundas, van sanando. Sin embargo, las cicatrices emocionales se reabren constantemente con la avalancha de amenazas de muerte y el hostigamiento incesante que recibe a través de las redes sociales, provenientes de los seguidores de su agresora.
Es escalofriante pensar que, a pesar de la gravedad del ataque, existen personas que no solo justifican las acciones de Gonzaga, sino que la defienden con fervor, creando un ambiente de impunidad digital que aterra a Gilabert. La modelo ha denunciado públicamente, a través de un video en TikTok, el torrente de mensajes intimidatorios que recibe "todo el día, todos los días". Amenazas que, según relata, comenzaron incluso antes del ataque físico, con mensajes premonitorios como "vas a amanecer en una bolsa" o "vas a amanecer sin vida". A esto se suma la publicación de imágenes de su domicilio en redes sociales por parte de Gonzaga, un acto que incrementó exponencialmente su sensación de vulnerabilidad e inseguridad.
El caso de Valentina Gilabert trasciende el simple "chisme de internet". Se trata de un acoso sistemático y cruel que, lamentablemente, se ha normalizado entre los defensores de Gonzaga. Un grupo que, cegado por una lealtad mal entendida, minimiza la gravedad de las acciones de la agresora e incluso las aplaude. Este comportamiento no solo revictimiza a Gilabert, sino que envía un peligroso mensaje a la sociedad: la violencia puede ser justificada y la víctima, silenciada.
La denuncia de Gilabert también apunta a un patrón de comportamiento violento por parte de Gonzaga. La modelo asegura que existen otras víctimas, órdenes de restricción previas e incluso hospitalizaciones a causa de las agresiones de la joven. Ante esto, la aparente campaña de "limpieza de imagen" que estaría llevando a cabo Gonzaga resulta aún más preocupante, ya que busca la aprobación social mientras ignora el daño irreparable que ha causado. La contradicción en sus declaraciones, negando recordar los hechos mientras borra comentarios que la confrontan, añade otra capa de complejidad al caso y levanta serias dudas sobre su arrepentimiento.
El cansancio emocional de Valentina es palpable. Acepta la disculpa pública de Gonzaga no como un perdón legal, sino como un paso necesario en su propio proceso de sanación, un intento de cerrar un capítulo doloroso y seguir adelante. Sin embargo, la continua hostilidad en redes sociales dificulta enormemente su recuperación. Su petición es clara: respeto, cese de las agresiones digitales, responsabilidad por parte de los medios de comunicación y usuarios de redes sociales, y que se dé prioridad a la evidencia por encima de las narrativas manipuladas. El caso de Valentina Gilabert es un llamado urgente a la reflexión sobre la violencia digital, la cultura de la impunidad en línea y la necesidad de proteger a las víctimas del acoso. Es una historia que nos interpela a todos como sociedad y nos obliga a preguntarnos: ¿hasta cuándo vamos a tolerar que el espacio digital se convierta en un escenario de impunidad y revictimización?
Fuente: El Heraldo de México