18 de septiembre de 2025 a las 23:10
Tlaxcala: 500 años en una cápsula
Imaginen a Tlaxcala en el año 2075. ¿Volando en autos? ¿Con robots sirvientes? Quizás comunicándonos telepáticamente. Sea cual sea el escenario futurista que pintemos en nuestras mentes, una cosa es segura: dentro de 50 años, los tlaxcaltecas del futuro tendrán la oportunidad de abrir una ventana al pasado, un portal directo al año 2025, gracias a la cápsula del tiempo que se sellará en la clausura de los festejos por los 500 años de la fundación de esta ciudad. No es solo una caja metálica, es un cofre del tesoro lleno de nuestra esencia, de lo que nos define como tlaxcaltecas en este preciso momento.
Piensen en la emoción de esos futuros ciudadanos al descubrir las cartas manuscritas de nuestras autoridades, de la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, de las figuras que hoy lideran nuestro estado. Imaginen la intriga al leer las palabras dirigidas a ellos, los anhelos, las preocupaciones y las esperanzas que plasmamos en papel para las generaciones venideras. ¿Se habrán cumplido nuestros sueños para Tlaxcala? ¿Habremos superado los retos que hoy nos aquejan?
Más allá de los documentos oficiales, la cápsula también guardará retazos de nuestra vida cotidiana. Un periódico, con las noticias que hoy nos ocupan, fotografías que congelan momentos efímeros, el programa de festejos de este año tan significativo. Objetos que hoy nos parecen comunes, como un traje y máscara de carnaval, un bastón de mando de Tizatlán, adquirirán con el tiempo una pátina de historia, transformándose en reliquias que hablarán de nuestras tradiciones, de nuestra cultura vibrante.
Y en medio de esta colección de tesoros, una memoria USB. Un pequeño dispositivo que contiene la inmensidad de nuestra expresión artística: poesía y crónicas que capturan el alma de Tlaxcala. ¿Se conservarán intactos esos archivos digitales? ¿Podrán los tlaxcaltecas del futuro acceder a esas voces del pasado? La incógnita añade un toque de misterio a este viaje en el tiempo.
La ubicación de la cápsula, frente a la Antimonumenta Feminista, también es significativa. Un recordatorio de las luchas sociales de nuestro tiempo, de la búsqueda por la igualdad y la justicia. Un mensaje claro para las futuras generaciones: la construcción de un futuro mejor se basa en el reconocimiento del pasado, en la memoria de las batallas libradas.
El año 2075 parece lejano, casi ciencia ficción. Pero la cápsula del tiempo nos recuerda que el futuro se construye hoy, con cada decisión, con cada acción, con cada memoria que preservamos. Es un legado de identidad, un puente que unirá a las generaciones presentes y futuras de Tlaxcala. Un testimonio tangible de nuestro orgullo, de nuestra esperanza compartida por un futuro próspero para esta tierra milenaria. ¿Qué encontrarán los tlaxcaltecas del futuro al abrir esta ventana al pasado? Solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: encontrarán un pedazo de nuestra alma, un reflejo fiel de lo que fuimos y de lo que soñamos ser.
Fuente: El Heraldo de México