18 de septiembre de 2025 a las 11:05
¿Salud en apuros? Un Fondo te rescata
México se enfrenta a una encrucijada en materia de salud pública. El consumo excesivo de bebidas azucaradas y tabaco ha generado una preocupante alza en padecimientos crónicos, impactando no solo la calidad de vida de los mexicanos, sino también la capacidad del sistema de salud para atender la creciente demanda. Ante este panorama, la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de destinar lo recaudado por los impuestos a estos productos a un fondo específico para la salud, ha generado un intenso debate a nivel nacional. La iniciativa, que busca no solo generar recursos adicionales para el sector, sino también desincentivar el consumo de estas sustancias nocivas, ha encontrado un amplio respaldo entre la población, según revela la reciente encuesta de QM Estudios de Opinión en alianza con Heraldo Media Group.
Un abrumador 69% de los encuestados se mostró a favor del impuesto a los refrescos, una cifra que refleja la creciente conciencia social sobre los efectos negativos de estas bebidas en la salud. El dato cobra mayor relevancia si consideramos que México se encuentra entre los mayores consumidores de refresco a nivel mundial, una estadística alarmante que nos obliga a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y las consecuencias que estos acarrean. No se trata simplemente de un gusto o una preferencia, sino de un problema de salud pública que exige medidas contundentes.
En cuanto al tabaco, el apoyo a la medida es aún mayor, alcanzando un 77% de aprobación. Este alto porcentaje evidencia una clara comprensión de los devastadores efectos del tabaquismo, no solo para quienes lo practican, sino también para quienes se ven expuestos al humo de segunda mano. La lucha contra el tabaco ha sido una batalla larga y compleja, pero el respaldo ciudadano a este tipo de iniciativas nos acerca a un futuro con menos enfermedades respiratorias y una mejor calidad de vida para todos.
Es interesante observar que incluso en el caso de los videojuegos, un sector que a priori no estaría directamente relacionado con problemas de salud, un 67% de los encuestados se mostró a favor del impuesto. Esto podría interpretarse como una señal de que la población está dispuesta a contribuir económicamente a la mejora del sistema de salud, incluso si ello implica gravar actividades recreativas. Sin embargo, también abre la puerta a un debate sobre la pertinencia de incluir a este sector en la medida, y sobre la necesidad de transparentar el destino específico de los fondos recaudados.
La encuesta también revela que el 60% de los participantes admite consumir refrescos, un dato que contrasta con la alta aprobación del impuesto a estas bebidas. Esta aparente contradicción podría explicarse por la creciente preocupación por la salud, incluso entre quienes mantienen hábitos de consumo poco saludables. Podría ser un indicio de que muchos consumidores están conscientes del problema y dispuestos a asumir las consecuencias económicas de sus elecciones, siempre y cuando esto se traduzca en una mejora tangible del sistema de salud.
El debate sobre los impuestos a productos como refrescos y tabaco está lejos de terminar. Si bien la recaudación de fondos es un aspecto fundamental, no podemos perder de vista la importancia de implementar estrategias complementarias que promuevan hábitos de vida saludables. La educación, la prevención y el acceso a servicios de salud de calidad son pilares fundamentales para combatir los padecimientos asociados al consumo de estas sustancias. El desafío es grande, pero con el compromiso de la sociedad y la voluntad política, podemos construir un México más sano para todos.
Fuente: El Heraldo de México