18 de septiembre de 2025 a las 09:15
Paz social: el camino a seguir (Parte 1)
La Estrategia Nacional de Seguridad, con su pilar fundamental de Atención a las Causas, se erige como la respuesta a la urgente necesidad de paz social en México. No se trata de una simple promesa política, sino de una acción constante y tangible que se despliega día a día en los rincones más vulnerables del país, esos "focos rojos" que concentran la mayor incidencia delictiva. La presidenta Claudia Sheinbaum ha sido clara: la seguridad no se construye desde la evasión, sino desde el enfrentamiento directo con la realidad. Y esa realidad nos exige atender las raíces del problema, no solo sus síntomas.
Recordemos la experiencia en la Ciudad de México, donde este enfoque, bajo el programa “Barrio Adentro”, demostró su eficacia. No hablamos de estadísticas frías, sino de más de 11 mil jóvenes que encontraron una alternativa a la violencia y la delincuencia, gracias a la intervención directa en sus comunidades. Imagine la transformación en la vida de un joven que, a punto de caer en las garras de la adicción, encuentra una mano amiga que lo guía hacia la rehabilitación. Imagine la esperanza que renace en una familia cuando su hijo, antes desescolarizado y sin rumbo, regresa a las aulas y se abre a un futuro prometedor. Estas historias, multiplicadas por miles, son la prueba irrefutable del poder transformador de la Atención a las Causas.
La clave de este éxito radica en la cercanía, en el contacto directo con las comunidades. Los Sembradores de Paz, con su labor incansable de tocar puerta por puerta, no solo identifican las problemáticas, sino que se convierten en gestores de soluciones. Escuchan, comprenden y actúan. Si un joven abandona la escuela por falta de recursos, se le brindan las herramientas para que pueda continuar sus estudios. Si se enfrenta a problemas de adicción, se le acompaña en su proceso de rehabilitación. No se trata de dar sermones, sino de ofrecer alternativas concretas y un apoyo constante.
Este modelo, replicado a nivel nacional, se alinea con los principios fundamentales del Plan Nacional de Seguridad Pública: combatir la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades, factores que, como sabemos, son caldo de cultivo para la delincuencia. La tarea no es sencilla, requiere un compromiso sostenido y la participación de todos los actores involucrados. Habrá resistencias, habrá recaídas, pero cada joven que logramos rescatar es una victoria que nos acerca a la construcción de un México más seguro y en paz.
La presencia de la propia Claudia Sheinbaum, en su momento como jefa de Gobierno, recorriendo las calles y dialogando con los vecinos, es un símbolo de la voluntad política que impulsa esta estrategia. Es la muestra palpable de que la transformación social no se decreta desde un escritorio, sino que se construye desde el contacto directo con la realidad, desde la empatía y el compromiso con las comunidades. La Atención a las Causas no es un gasto, es una inversión en el futuro de México, una apuesta por la construcción de un país más justo, más equitativo y, por ende, más seguro. Es la convicción de que la paz se construye desde las bases, desde la atención a las necesidades más apremiantes de nuestra gente.
Fuente: El Heraldo de México