El frescor otoñal ya se siente en el aire, una promesa susurrada entre las hojas que aún se aferran a las ramas, anticipando el espectáculo de color que pronto nos regalará la naturaleza. El verano, con su cálida presencia, se despide lentamente, cediendo el paso a una estación de transformación, de recogimiento y de una belleza singular. El otoño, con su magia particular, nos invita a disfrutar de la danza de las hojas doradas que caen al ritmo del viento, creando alfombras crujientes bajo nuestros pies. Los días se acortan, sí, pero las noches se alargan, invitándonos a disfrutar de la calidez del hogar, de una buena lectura o de una charla amena con nuestros seres queridos.

Este año, el equinoccio de otoño, ese momento mágico en que el día y la noche se equiparan en duración, nos visitará el 22 de septiembre a las 06:44 horas, hora del Centro de México. Imaginen, justo antes de que el sol pinte el cielo con sus primeros rayos, la balanza cósmica se equilibrará, marcando el inicio oficial de esta estación tan esperada. El término "equinoccio", proveniente del latín aequinoctium –"noche igual"–, describe a la perfección este fenómeno astronómico donde la luz y la oscuridad se reparten el tiempo en partes iguales en todo el planeta.

Prepárense, porque este año, las intensas lluvias que hemos experimentado podrían ser un presagio de un otoño particularmente frío. Recordemos que el clima, en su constante evolución, a veces nos sorprende con variaciones inesperadas. El cambio climático, una realidad innegable, también puede influir en la intensidad de las estaciones, como lo vivimos en la primavera del 2024, con temperaturas inusualmente altas en la Ciudad de México.

El otoño, más allá de la disminución de las temperaturas y el cambio de color en el follaje, es una época de gran actividad en el campo. Es el tiempo de la cosecha, del fruto del trabajo de la tierra, y también de la preparación de los animales para afrontar los rigores del invierno. Es una época de tradiciones ancestrales, como el Día de Muertos, donde recordamos a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, celebrando la vida y la muerte en una fusión única de colores, sabores y aromas.

Sin embargo, el otoño también nos recuerda la importancia del cuidado de nuestra salud. Las bajas temperaturas propician la aparición de enfermedades respiratorias, por lo que es fundamental abrigarse bien y tomar precauciones para protegernos del frío.

Este 22 de septiembre, démosle la bienvenida al otoño con los brazos abiertos, disfrutemos de su belleza efímera y preparémonos para los cambios que trae consigo. Observemos la naturaleza, aprendamos de sus ciclos y sintonicemos con su ritmo. El otoño nos invita a la reflexión, a la introspección, a valorar la belleza de la transformación y a prepararnos para el renacimiento que vendrá con la primavera. Así que, saquen sus suéteres, sus bufandas y sus bebidas calientes, ¡el otoño ya está aquí!