18 de septiembre de 2025 a las 09:10
¡Igualdad Ya!
La resonancia del Grito de Independencia del 2025 aún vibra en el corazón de México. No solo por la conmemoración en sí, sino por la profunda transformación que representó. Por primera vez, una mujer, nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la ceremonia, marcando un hito histórico que resonará por generaciones. Millones fuimos testigos, con una emoción contenida, de cada palabra pronunciada desde el balcón de Palacio Nacional. Cada gesto, cada inflexión de voz, transmitía la fuerza de un cambio anhelado, la llegada de una nueva era.
El simbolismo inundó cada detalle. La escolta, compuesta por mujeres cadetes del Heroico Colegio Militar, con sus moños tricolores, fue un preludio de la reivindicación femenina que se materializaría en el vibrante vestido morado de la Presidenta. Un color que habla de lucha, de igualdad, de justicia, un color que se grabó en la retina de la nación. Y su voz, nítida y potente, resonó con la fuerza de la historia, proclamando al país entero que el tiempo de las mujeres había llegado.
La banda presidencial, confeccionada por manos militares femeninas, no solo ciñó el pecho de la Presidenta, sino que abrazó las aspiraciones de un país que busca la equidad. Ante la multitud que colmaba el Zócalo, en una comunión patriótica pocas veces vista, la Presidenta pronunció los nombres de las heroínas que forjaron nuestra nación, intercalándolos con los de sus homólogos masculinos, un acto de justicia histórica que reivindica el papel fundamental de la mujer en la construcción de México. Josefa Ortiz, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra, Manuela Medina, nombres que resonaron con fuerza renovada, liberados del yugo patriarcal que por tanto tiempo las opacó. Y no solo ellas, sino también un sentido homenaje a las heroínas anónimas, a las indígenas, a las migrantes, a todas las que con su lucha silenciosa han contribuido a la grandeza de nuestra patria.
El grito de "¡Viva la igualdad!" retumbó en la plaza, un clamor que traspasó los muros del Palacio Nacional y se extendió por todo el territorio, llevando un mensaje de esperanza y justicia. Un grito que se unió a los tradicionales vivas a la Independencia, a la libertad, a la justicia, a la democracia, reafirmando los valores que nos definen como nación.
Al día siguiente, la Presidenta Sheinbaum, como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, encabezó el desfile militar, consolidando su liderazgo y su compromiso con la transformación del país. Su discurso, un recorrido por la historia de la Independencia, destacó la participación de las mujeres en la gesta libertaria, dando voz a aquellas que por mucho tiempo fueron silenciadas. La presencia protagónica de las mujeres en las filas del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, no fue solo un gesto simbólico, sino una muestra palpable del cambio que se está gestando en México.
Estos actos cívicos, cargados de simbolismo y significado, representan un parteaguas en la historia de nuestro país. El liderazgo de la Presidenta Sheinbaum nos impulsa hacia un futuro de justicia social, equidad y esperanza, consolidando el Segundo Piso de la Transformación. Un futuro en el que las mujeres ocupan el lugar que les corresponde, un futuro que nos llena de orgullo y nos inspira a seguir construyendo un México más justo e igualitario. Un México donde la voz de las mujeres resuena con la fuerza de la historia.
Fuente: El Heraldo de México