La sombra de la impunidad se disipa en Puebla. En un caso que conmocionó a la sociedad tehuacanera, la justicia ha prevalecido. Javier "N", un nombre que resonará en los anales de la infamia, ha sido condenado a 25 años de prisión por el aberrante delito de abuso sexual contra una menor de tan solo 10 años. Un cuarto de siglo tras las rejas, un castigo que, si bien no borra el trauma infligido a la víctima, envía un mensaje contundente: en Puebla, los depredadores sexuales no encontrarán refugio.

El 8 de mayo de 2021, una fecha que quedará grabada a fuego en la memoria de la pequeña, marcó el inicio de su pesadilla. La confianza traicionada, la inocencia vulnerada. Javier "N", aprovechándose de la cercanía con la madre de la niña, tejió una red de engaños para acceder a su víctima. Un acto cobarde, perpetrado en la intimidad del hogar, que dejó cicatrices imborrables en el alma de la menor. La colonia Aeropuerto, en el municipio de Tehuacán, se convirtió en el escenario de este atroz crimen, un recordatorio constante de la fragilidad de la seguridad, incluso dentro de las propias paredes.

La Fiscalía General del Estado de Puebla, en un trabajo minucioso y perseverante, logró reunir las pruebas necesarias para desenmascarar al culpable. A pesar de los intentos de la defensa por desvirtuar los hechos, la verdad se impuso. La apelación interpuesta, una maniobra desesperada por eludir la justicia, se estrelló contra el muro de la contundencia probatoria. El Tribunal de Alzada, en un acto de responsabilidad y compromiso con la verdad, ratificó la sentencia: 25 años de prisión, sin posibilidad de redención.

Esta sentencia, más allá del castigo individual, representa una victoria para la sociedad poblana. Es un llamado a la esperanza, una muestra de que la lucha contra la impunidad es posible. Es un mensaje claro para aquellos que osen atentar contra la integridad de nuestros niños: la justicia, tarde o temprano, los alcanzará.

La Fiscalía General del Estado de Puebla, en su incansable labor de proteger a los más vulnerables, reitera su compromiso con la erradicación de la violencia sexual. Se insta a la ciudadanía a denunciar cualquier caso de abuso, a romper el silencio que protege a los agresores. La protección de la infancia es una tarea de todos, una responsabilidad que no podemos eludir. La condena de Javier "N" es un paso firme en esa dirección, un paso hacia un futuro donde nuestros niños puedan crecer libres del miedo y la violencia. Un futuro donde la justicia brille con la fuerza de la verdad. Un futuro que, juntos, podemos construir.