La Ciudad de México respira un poco más tranquila esta semana. Tras un intenso operativo desplegado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX), el horizonte se despeja con la detención de cuatro presuntos miembros de peligrosas bandas criminales. Estos individuos, según las investigaciones, estarían implicados en una red de delitos que van desde la extorsión, pasando por el narcomenudeo, hasta el terrible flagelo del homicidio. Imaginen el impacto que estas capturas tienen en la vida cotidiana de los ciudadanos, la tranquilidad que se recupera al saber que las autoridades están trabajando incansablemente para desmantelar estas estructuras criminales.

No se trata solo de números, sino de historias, de familias que recuperan la paz, de calles que vuelven a ser transitables sin el miedo constante acechando en cada esquina. La labor de la SSC-CDMX, bajo el liderazgo de Pablo Vázquez Camacho, se centra en devolver esa sensación de seguridad, en construir una ciudad donde los ciudadanos puedan vivir sin el temor a ser víctimas de la delincuencia.

Pero la lucha contra la delincuencia no se limita a la persecución de estos grupos. La Operación Fortaleza, en su tercera fase, ha demostrado la importancia de la coordinación interinstitucional. En un esfuerzo conjunto entre la SSC-CDMX, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, autoridades del Estado de México y el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México, se ha logrado un golpe contundente al mercado negro de autopartes. Más de 11 mil toneladas de piezas presuntamente robadas han sido aseguradas, desarticulando una cadena delictiva que alimenta la violencia y la inseguridad en nuestras calles. Imaginen la magnitud de este decomiso, la cantidad de vehículos desmantelados que representan esas toneladas de autopartes, el impacto económico que esto genera en las víctimas y la sociedad en general.

La detención de tres personas relacionadas con este delito es un paso crucial en la desarticulación de estas redes. La Operación Fortaleza no solo ataca el síntoma, sino que busca erradicar la raíz del problema, cortando el flujo de recursos que alimenta a las organizaciones criminales.

Estos logros no son fruto de la casualidad, sino del trabajo coordinado, de la estrategia y la dedicación de las fuerzas de seguridad. Bajo el liderazgo de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, se ha priorizado la atención a los delitos de alto impacto, demostrando un compromiso real con la seguridad de los capitalinos.

El camino hacia una ciudad segura es largo y complejo, pero cada paso que se da en la dirección correcta nos acerca a la meta. Estas detenciones, estos decomisos, son una muestra de que la lucha contra la delincuencia no se detiene, de que las autoridades están trabajando día y noche para construir una Ciudad de México más segura, más justa y, sobre todo, en paz. Un futuro donde los ciudadanos puedan vivir sin miedo, donde la tranquilidad sea la norma y no la excepción. La tarea es ardua, pero la determinación es firme. El compromiso de la SSC-CDMX es claro: no bajar la guardia y seguir trabajando incansablemente por la seguridad de todos.