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18 de septiembre de 2025 a las 17:40
Desata el poderío Guaraní
La fiebre mundialista ya se siente, y la Selección Mexicana no se queda atrás. Con la mira puesta en 2026, el Tri cierra el año con una agenda de infarto que pondrá a prueba su temple y nos dará una probadita de lo que podemos esperar en el torneo más importante del fútbol. Paraguay, el último escollo en este 2025, aterriza en San Antonio, Texas, el 18 de noviembre para un choque electrizante en el Alamodome. No será un simple amistoso, sino un duelo con sabor a revancha, un examen final para un México que busca consolidarse como gigante de la CONCACAF.
Imaginen la escena: el rugido de la afición mexicana en el Alamodome, el ritmo contagioso de los tambores y trompetas, la tensión palpable en el aire. Paraguay, con su garra guaraní y su histórica resiliencia, no vendrá a pasear. Recién clasificados tras una reñida eliminatoria sudamericana, llegan con la moral en alto y sedientos de victoria. Para el Tri, este partido representa una oportunidad de oro para medirse ante un rival de peso, un adversario que exigirá lo mejor de cada jugador, que pondrá a prueba la estrategia de Javier Aguirre y la cohesión del equipo.
Pero el camino hacia noviembre está pavimentado con otros desafíos de altura. Colombia y Ecuador, en octubre, serán las primeras piedras de toque en esta gira sudamericana. Dos selecciones con talento de sobra, con jugadores que brillan en las ligas más importantes del mundo, que pondrán a prueba la solidez defensiva y la creatividad ofensiva del Tricolor. Luego, en noviembre, la celeste uruguaya visitará Torreón, un encuentro cargado de historia y rivalidad, un clásico del fútbol latinoamericano que promete emociones fuertes.
Aguirre tiene una tarea titánica: moldear un equipo competitivo, capaz de plantarle cara a cualquiera, un equipo que ilusione a la afición y la haga soñar con la gloria en 2026. Estos partidos son cruciales para afinar la maquinaria, para dar minutos a las jóvenes promesas que buscan un lugar en el equipo, para consolidar la base de jugadores que militan en ligas extranjeras y para encontrar la fórmula mágica que lleve al Tri a la cima.
¿Será suficiente la experiencia de los veteranos? ¿Brillarán las nuevas estrellas? ¿Podrá Aguirre encontrar el equilibrio perfecto entre la solidez defensiva y la contundencia ofensiva? Las respuestas a estas preguntas las encontraremos en la cancha, en cada partido, en cada jugada, en cada grito de gol. El camino a 2026 es largo y está lleno de desafíos, pero la Selección Mexicana está lista para enfrentarlos con valentía y determinación. La afición, como siempre, estará ahí para apoyar, para alentar, para vibrar con cada partido, con cada victoria, con cada paso hacia el sueño mundialista. ¡Que ruede el balón!
Fuente: El Heraldo de México