Prepárense tapatíos, porque este jueves nos espera un día de contrastes. Si bien la mañana nos recibirá con una tranquilidad casi engañosa, con un fresco amanecer de 16°C y cielos parcialmente nublados, la calma chicha no durará mucho. Imaginen esa taza de café calientito en la mañana, disfrutando de la brisa suave, un momento ideal para planear el día… pero no se confíen. El sol, tímidamente asomándose entre las nubes, nos invitará a salir, a disfrutar de un mediodía cálido que alcanzará los 24°C, con una ligera brisa del este. Perfecto para una comida al aire libre, ¿verdad? Pues piénsenlo dos veces.

El Servicio Meteorológico Nacional nos advierte: la tarde traerá consigo un cambio radical. Ese cielo azul que veíamos en la mañana se transformará en un lienzo gris, preludio de la furia de la naturaleza. Chubascos tormentosos, descargas eléctricas, e incluso granizo, se esperan en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Aunque el termómetro marque cerca de los 25°C, la humedad y la lluvia nos harán sentir una temperatura mucho más baja. Y ese viento suave del este se convertirá en un vendaval del sur y suroeste, con rachas de hasta 22 km/h.

Entre las 5 y las 8 de la tarde, la ciudad se convertirá en un escenario de intensas precipitaciones. Prepárense para lluvias fuertes, incluso muy fuertes, que podrían generar importantes encharcamientos y convertir el regreso a casa en una auténtica odisea. Imaginen el tráfico habitual de la ciudad, ahora con calles inundadas y la visibilidad reducida. No es un panorama agradable, ¿cierto? Así que, si pueden, adelanten su salida del trabajo, o busquen refugio hasta que la tormenta amaine.

Y si pensaban que la noche traería consigo la calma, lamentablemente no será así. La nubosidad persistirá, y la posibilidad de chubascos aislados se mantendrá latente, aunque con menor intensidad. La temperatura descenderá hasta los 18°C, con un viento del norte y noreste que, aunque más suave que el de la tarde, nos recordará la inestabilidad del día.

En resumen, este jueves nos espera una jornada de extremos. De la calma de la mañana, pasaremos a la furia de la tarde, y a la incertidumbre de la noche. La recomendación es clara: ¡precaución! No se dejen engañar por la tranquilidad de las primeras horas. Revisen sus vehículos, lleven paraguas o impermeable, y si es posible, eviten salir durante las horas de mayor intensidad de la tormenta. Manténganse informados a través de los canales oficiales y tomen las precauciones necesarias para evitar cualquier contratiempo. La seguridad es primero. Y recuerden, la belleza de Guadalajara también reside en sus imponentes tormentas. Disfrutémoslas, pero con responsabilidad. Después de la tormenta, siempre llega la calma. Y mañana, seguramente, el sol volverá a brillar sobre la Perla Tapatía.