Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Inmigración

19 de septiembre de 2025 a las 00:15

Atraídos por el marketing, caen en redes de tráfico.

La desesperación por una vida mejor, el anhelo de un futuro más prometedor, se convierte en presa fácil para las garras de la desinformación. Las redes sociales, ese espacio virtual que prometía conectar al mundo, se transforma en un terreno fértil para la propagación de noticias falsas, de espejismos que conducen a un callejón sin salida. En la frontera entre México y Estados Unidos, la esperanza se mezcla con la mentira, tejiendo una red de engaños que atrapa a migrantes vulnerables en una espiral de falsas promesas.

El oficial Roberto Domínguez Jr., subjefe de operaciones en funciones de la Patrulla Fronteriza, ha alzado la voz para denunciar esta preocupante realidad. Bandas criminales, sin escrúpulos, se aprovechan de la necesidad ajena, orquestando campañas en redes sociales que pintan un panorama irreal. Prometen asilo político, ayuda humanitaria, un apoyo inexistente, a cambio de una suma considerable de dinero. Engañan a hombres y mujeres que, con la ilusión de una vida digna, entregan sus ahorros, sus pertenencias, a estos traficantes de ilusiones.

El incremento inusual de personas que cruzan ilegalmente la frontera, especialmente entre Sonora y Arizona, es un testimonio palpable de la efectividad de estas campañas engañosas. Llegan con la esperanza de entregarse a las autoridades y recibir la ayuda prometida, solo para encontrarse con la cruda realidad: detención, cargos criminales y la amenaza inminente de la deportación. El sueño americano se transforma en una pesadilla.

“Les venden un sueño que no es”, advierte el oficial Domínguez. Un sueño construido sobre mentiras, sobre videos antiguos, sacados de contexto, manipulados para alimentar la esperanza y vaciar los bolsillos de quienes buscan una salida. No solo enfrentan el riesgo de la deportación, sino también cargos por ingreso ilegal, por no utilizar los puertos de entrada, e incluso por financiar organizaciones criminales, si han recurrido a los servicios de un “pollero”. A la angustia de la detención, se suma el peso de una multa que puede llegar hasta los 500 dólares para reincidentes.

Es crucial, por tanto, combatir la desinformación. Difundir la verdad, alertar a quienes buscan una vida mejor sobre los peligros de estas falsas promesas. Informar sobre las vías legales para solicitar asilo, para migrar de forma segura y ordenada. La esperanza no debe ser mercancía de las bandas criminales. El futuro de quienes buscan un nuevo comienzo no puede ser construido sobre mentiras. La solidaridad y la información veraz son las armas más poderosas para romper el ciclo de la explotación y la desilusión. Es necesario tender puentes de información, de apoyo, para que el sueño de una vida mejor no se convierta en una pesadilla en la frontera.

Fuente: El Heraldo de México