18 de septiembre de 2025 a las 07:55
Anexo: Detienen a dos por homicidio
La tragedia ha golpeado a la comunidad de Hermosillo, Sonora, dejando una estela de dolor e indignación. Un hombre, identificado como Pedro Oliver “N”, perdió la vida tras una brutal agresión perpetrada presuntamente por empleados de un centro de rehabilitación, el CETIH. Este terrible suceso, ocurrido el pasado 9 de septiembre, ha sacudido la conciencia ciudadana y nos obliga a reflexionar sobre la seguridad y los métodos empleados en estos centros.
Según la Fiscalía General del Estado de Sonora, la pesadilla comenzó alrededor de las 3 de la tarde, cuando Moisés “N” y Francisco “N”, acompañados de otros individuos del centro de rehabilitación, irrumpieron en un domicilio de la colonia Hacienda del Sur. A bordo de un vehículo blanco, llegaron a la vivienda donde se encontraba Pedro Oliver, desencadenando una violencia inusitada.
La reconstrucción de los hechos, aportada por la Fiscalía, es escalofriante. No se trató de un simple altercado, sino de una agresión premeditada y brutal. Los imputados, superando en número a la víctima, la atacaron con un objeto contundente, descrito como un bastón. Además, utilizaron gas lacrimógeno para someter a Pedro Oliver, quien, indefenso, fue brutalmente golpeado hasta quedar tendido en el suelo.
A pesar de los esfuerzos por salvar su vida, el traslado a la Cruz Roja local resultó en vano. Horas más tarde, Pedro Oliver sucumbió a las graves lesiones: hemorragias internas y politraumatismos, producto de la salvaje golpiza. Su muerte deja un vacío irreparable en su familia y amigos, quienes ahora exigen justicia.
La rápida actuación de la Policía Municipal de Hermosillo permitió la captura en flagrancia de Moisés “N” y Francisco “N”. Ambos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes, junto con las evidencias recogidas en el lugar de los hechos: el bastón negro, el gas lacrimógeno y el vehículo blanco en el que se desplazaban. Estos elementos, ahora bajo custodia de la Fiscalía, serán cruciales en la investigación que busca esclarecer las circunstancias de este lamentable suceso.
Este caso ha generado una profunda conmoción en la sociedad hermosillense. Se cuestionan los protocolos de seguridad y los métodos utilizados en centros de rehabilitación como el CETIH. ¿Cómo es posible que empleados de un lugar destinado a la recuperación y reinserción social se vean involucrados en un acto de violencia tan extremo? ¿Qué tipo de supervisión se ejerce sobre el personal de estos centros? ¿Existen mecanismos adecuados para prevenir y sancionar este tipo de conductas?
La investigación en curso deberá responder a estas preguntas y determinar las responsabilidades de todos los involucrados. Es imperativo que se haga justicia para Pedro Oliver y se tomen medidas para garantizar que este tipo de tragedias no se repitan. La sociedad exige transparencia y un compromiso firme por parte de las autoridades para asegurar la seguridad y el bienestar de todas las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Es fundamental que los centros de rehabilitación sean lugares de apoyo y recuperación, no escenarios de violencia y muerte.
Fuente: El Heraldo de México