Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Seguridad

17 de septiembre de 2025 a las 03:45

Tragedia en Vallarta: Joven muere arrastrado por corriente

La tragedia ha golpeado nuevamente a Jalisco bajo el incesante azote de las lluvias. La noche del lunes y la madrugada del martes, el agua, que debería ser fuente de vida, se convirtió en un torrente implacable, dejando a su paso dolor y destrucción. Dos jóvenes, en la flor de la vida, fueron arrastrados por la furia de las corrientes, uno en Tonalá y otro en Puerto Vallarta. En este último municipio, la búsqueda terminó en tragedia: el cuerpo sin vida del joven, de entre 17 y 20 años, fue hallado cerca de las 5:00 a.m. Imaginen la angustia de la familia, la espera desesperada, la noticia que destroza el alma. Un joven que simplemente intentaba trasladarse en motocicleta, sorprendido por la fuerza brutal del agua, una vida truncada en un instante.

En Tonalá, la esperanza aún se aferra a un hilo. El otro joven, arrastrado por un arroyo desbordado en la avenida del Rosario, sigue desaparecido. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj, luchando contra la corriente, contra el tiempo, aferrándose a la posibilidad de un milagro. La confusión de un reporte inicial de localización, luego desmentido, añade un ingrediente más de angustia a esta dolorosa espera.

Estas dos tragedias elevan a 18 la cifra de fallecidos en Jalisco durante la actual temporada de lluvias. Dieciocho vidas apagadas, dieciocho familias sumidas en el dolor. Un número que, más allá de la estadística fría, representa historias truncadas, sueños rotos, un vacío imposible de llenar.

Pero el impacto de las lluvias no se limita a las pérdidas humanas. En Jocotepec, el agua ha dejado una estela de destrucción material, con al menos 30 viviendas afectadas, seis de ellas con pérdidas significativas en su menaje. Familias que, de la noche a la mañana, han visto cómo el agua arrasaba con sus pertenencias, con los recuerdos de una vida, con la seguridad de un hogar.

Ante este panorama desolador, las autoridades de Protección Civil no cesan en sus esfuerzos. Operativos de búsqueda, monitoreo constante de las zonas afectadas, un llamado a la prevención, a la responsabilidad individual. No cruzar cuerpos de agua durante las lluvias intensas, seguir las indicaciones de seguridad, no arriesgar la vida innecesariamente. Mensajes que, aunque repetidos, parecen perderse en el ruido de la cotidianidad, hasta que la tragedia golpea de cerca.

Estos temporales, fenómenos naturales recurrentes en nuestro país, especialmente durante la temporada de huracanes, nos recuerdan la fuerza implacable de la naturaleza y la fragilidad de la vida humana. En Jalisco, como en otras regiones del sureste y occidente del país, la lluvia, fuente de vida, se convierte en una amenaza constante. La saturación del suelo, el desbordamiento de ríos y arroyos, las inundaciones, las afectaciones a viviendas e infraestructura, son consecuencias que se repiten año tras año, dejando a su paso una huella de dolor y destrucción.

Es fundamental tomar conciencia de la importancia de la prevención. Atender las alertas tempranas, asegurar techos y estructuras, no cruzar corrientes de agua, mantenerse informado, son medidas que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La solidaridad, la ayuda mutua, la responsabilidad individual y colectiva, son herramientas esenciales para enfrentar estos desafíos y mitigar el impacto de los temporales. No podemos controlar la fuerza de la naturaleza, pero sí podemos prepararnos, informarnos y actuar con responsabilidad para proteger nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. La memoria de las víctimas nos obliga a no bajar la guardia, a aprender de las tragedias y a construir un futuro más resiliente ante los embates de la naturaleza.

Fuente: El Heraldo de México