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18 de septiembre de 2025 a las 01:30
Tortuga paraliza el Metro
¡Increíble pero cierto! Una pequeña tortuga detuvo al gigante de acero que es el Metro de la Ciudad de México. Imaginen la escena: el rugir habitual de los trenes de la Línea 2, la prisa de la gente por llegar a sus destinos, el bullicio característico… y de repente, todo se detiene. No por una falla mecánica, no por un incidente grave, sino por una diminuta tortuga que, de alguna manera inexplicable, se encontraba explorando las vías.
Alrededor de las 3 de la tarde de este domingo 17 de septiembre, el jefe de estación de la Línea 2, con un acto de valentía y cuidado digno de admiración, descendió a las vías para rescatar a la pequeña criatura. Cientos de usuarios, seguramente sorprendidos por la inusual interrupción del servicio, tuvieron que esperar hasta 20 minutos para poder abordar. Un retraso que, en la vorágine de la ciudad, puede parecer una eternidad, pero que en esta ocasión, tuvo una justificación noble: la vida de un pequeño ser.
La imagen del jefe de estación rescatando a la tortuga, con la inmensidad del túnel del metro como telón de fondo, es una postal conmovedora que habla de la importancia de la vida, incluso la más pequeña, en medio del caos urbano. ¿Cómo llegó la tortuga hasta ahí? Es un misterio que probablemente nunca se resuelva. ¿Se escapó de alguna casa cercana? ¿Fue abandonada? ¿Llegó por algún conducto improbable? Las teorías, seguramente, se multiplican entre los usuarios que presenciaron el insólito suceso.
Lo cierto es que, gracias a la rápida acción del personal del Metro y la oportuna intervención de Protección Civil, la tortuga fue puesta a salvo. Ahora, bajo el cuidado de la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, este pequeño quelonio tendrá la oportunidad de recuperarse de su aventura subterránea y, esperemos, encontrar un hogar seguro y adecuado.
Este curioso incidente nos invita a reflexionar. En la prisa diaria, en la rutina del transporte público, a veces olvidamos la fragilidad de la vida que nos rodea. La historia de esta tortuga, una pequeña guerrera que detuvo al coloso de acero, nos recuerda que cada ser vivo, por pequeño que sea, merece nuestro respeto y protección. Y que, a veces, vale la pena detenerse, aunque sea por unos minutos, para apreciar la maravilla de la vida, incluso en los lugares más inesperados. ¿Quién sabe cuántas historias increíbles, como la de esta pequeña tortuga, se esconden a diario en el laberinto subterráneo del Metro? Quizás, solo necesitamos estar atentos para descubrirlas.
Fuente: El Heraldo de México