17 de septiembre de 2025 a las 20:00
¿Tecnología alienígena en 3I/Atlas?
La intriga cósmica se ha intensificado. El cometa 3I/Atlas, el tercer visitante interestelar detectado en nuestro sistema solar, ha despertado un debate científico sin precedentes. ¿Se trata simplemente de un cuerpo celeste más, o esconde un secreto de origen tecnológico? El reconocido astrofísico Avi Loeb, director del Instituto de Teoría y Computación de la Universidad de Harvard, ha lanzado una hipótesis audaz: 3I/Atlas podría ser un artefacto funcional, una creación no natural.
Esta afirmación, lejos de ser una especulación descabellada, se basa en un estudio exhaustivo que revela peculiaridades asombrosas en la naturaleza del cometa. El misterioso resplandor luminoso observado, interpretado inicialmente como la evaporación de polvo al acercarse al Sol, ha tomado un nuevo significado a la luz de los descubrimientos sobre su polarización.
Un equipo internacional de científicos, incluyendo expertos de la Universidad de Helsinki, el Instituto de Astronomía y Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de Bulgaria, entre otras prestigiosas instituciones, ha analizado meticulosamente la polarización de la luz reflejada por 3I/Atlas. Los resultados son desconcertantes: su polarización difiere drásticamente de la observada en cualquier otro cuerpo celeste conocido.
La polarización, esa propiedad de la luz que nos revela información sobre la forma y composición de los objetos que la reflejan, se comporta de una manera insólita en 3I/Atlas. Muestra una polarización negativa extremadamente profunda y un ángulo de inversión inusualmente bajo. Esta combinación, nunca antes vista en cometas o asteroides, lo convierte en un objeto único en el universo observable. Ni siquiera sus predecesores interestelares, Oumuamua y Borisov, exhibieron características similares.
El estudio, publicado recientemente, detalla estas anomalías y abre la puerta a la posibilidad, tan fascinante como controvertida, de un origen artificial. Loeb argumenta que estas propiedades polarimétricas únicas podrían ser indicativas de una estructura diseñada, no de un objeto natural. La hipótesis de una nave interestelar, aunque parezca sacada de la ciencia ficción, cobra fuerza ante la falta de explicaciones convencionales.
Además de la peculiar polarización, el tamaño estimado del núcleo de 3I/Atlas, de hasta 46 kilómetros de diámetro, añade otra pieza al rompecabezas. Su magnitud, considerablemente mayor a la de la mayoría de los cometas conocidos, alimenta la especulación sobre su posible naturaleza. ¿Podría albergar una estructura interna compleja? ¿Sería capaz de transportar algo o alguien?
Las interrogantes se multiplican a medida que se profundiza en el estudio de este enigmático viajero interestelar. ¿Es 3I/Atlas una prueba irrefutable de la existencia de vida inteligente más allá de nuestro planeta? ¿O se trata de un fenómeno natural aún desconocido para la ciencia? El debate está abierto y la comunidad científica se encuentra en un estado de efervescencia intelectual. Mientras tanto, 3I/Atlas continúa su viaje a través del espacio, portando consigo un misterio que podría cambiar nuestra comprensión del universo para siempre. La búsqueda de respuestas continúa y el futuro promete revelaciones fascinantes.
Fuente: El Heraldo de México