La detención de Hernán Bermúdez Requena en Paraguay representa un paso crucial en la lucha contra la impunidad y la corrupción que tanto daño han hecho a México. No importa la afiliación política, el cargo que se haya ostentado o las conexiones que se tengan, la justicia debe alcanzar a todos por igual. El compromiso de este gobierno es claro: cero tolerancia a la delincuencia y total transparencia ante el pueblo de México. No se ocultará absolutamente nada. La extradición, que ya está siendo gestionada con celeridad por la Cancillería, es fundamental para que Bermúdez Requena enfrente la justicia mexicana y responda por los graves señalamientos en su contra. Este caso no se trata solo de un individuo, sino de enviar un mensaje contundente: el abuso de poder y la colusión con el crimen organizado no quedarán impunes.

Es fundamental comprender el proceso de degradación que llevó a Bermúdez Requena a vincularse con grupos criminales como "La Barredora". Reconstruir la cronología de los hechos, desde su nombramiento como Secretario de Seguridad en Tabasco hasta su destitución y posterior fuga, nos permitirá identificar las fallas en el sistema y tomar medidas para prevenir situaciones similares en el futuro. La investigación a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR) es independiente y exhaustiva. El gobierno no interfiere en sus labores, confiando en que se llegará al fondo del asunto y se determinarán las responsabilidades correspondientes. La disposición del senador Adán Augusto López Hernández a colaborar con las autoridades, tanto de la FGR como de la Fiscalía de Tabasco, es un ejemplo de la transparencia y la cooperación necesarias para esclarecer este caso.

La pregunta clave es: ¿cómo se tejió la red de complicidades que permitió a Bermúdez Requena operar impunemente durante tanto tiempo? ¿Qué mecanismos de control fallaron? ¿Quiénes más estuvieron involucrados? Estas interrogantes deben ser respondidas para sanear las instituciones y fortalecer el Estado de Derecho. La ciudadanía merece saber la verdad completa y tiene derecho a exigir justicia. La lucha contra la corrupción no es una tarea sencilla, pero es un compromiso ineludible de este gobierno. La detención de Bermúdez Requena es un paso importante, pero no es el final del camino. Seguiremos trabajando sin descanso para erradicar la impunidad y construir un México más justo y seguro para todos. La colaboración de la sociedad civil es esencial en esta tarea. Denunciar cualquier acto de corrupción es un acto de responsabilidad ciudadana que contribuye a la construcción de un país mejor.