17 de septiembre de 2025 a las 09:30
Sheinbaum: Poder femenino top 5 mundial
La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, al frente de la presidencia de México, se erige como una figura central en el panorama político global. Su victoria electoral, respaldada por una cifra récord de votos, la consolida no solo como una líder legítima, sino como un símbolo del poder femenino en la política internacional. Más allá de las cifras, su alta aprobación popular refleja la confianza depositada en su visión y gestión. Este respaldo no es producto de la casualidad, sino de una trayectoria marcada por resultados concretos y una estrategia de gobierno basada en la ciencia, la estabilidad y una clara visión de Estado.
Gobernar un país como México, la economía hispana más grande del mundo y puente entre dos continentes, implica una responsabilidad colosal. Sheinbaum no solo ha asumido este reto, sino que ha impulsado un crecimiento económico sostenido, atrayendo inversiones extranjeras sin precedentes. Su política social, enfocada en la reducción de la pobreza extrema, se complementa con megaproyectos de infraestructura como el Corredor Interoceánico y el fortalecimiento del sistema eléctrico con energías limpias, iniciativas que refuerzan la posición geopolítica de México. Todo esto, sin descuidar la estabilidad macroeconómica, la cooperación bilateral con Estados Unidos y la seguridad nacional.
Al compararla con otras figuras femeninas de poder en el escenario internacional, como Ursula von der Leyen, Giorgia Meloni, Sheikh Hasina y Mette Frederiksen, la Dra. Sheinbaum destaca por la magnitud del país que lidera, su peso económico y su papel estratégico a nivel global. Si bien las demás lideresas tienen influencia regional y visibilidad internacional, ninguna gobierna una nación con la envergadura y complejidad de México. Von der Leyen, a pesar de presidir la Comisión Europea, se enfrenta a la burocracia y a la dependencia de los parlamentos nacionales. Meloni, aunque lidera un país del G7, se ve limitada por la fragmentación parlamentaria y las presiones de Bruselas. Sheikh Hasina, si bien ha impulsado el desarrollo económico en Bangladesh, enfrenta cuestionamientos sobre su mandato. Frederiksen, a pesar de su liderazgo en la agenda climática, gobierna un país con una población significativamente menor.
La Dra. Sheinbaum, en contraste, posee una combinación única de legitimidad de origen, amplio respaldo popular, autonomía en la toma de decisiones y una visión estratégica a largo plazo. Su gobierno se caracteriza por la integración de la ciencia en las políticas públicas, el uso de datos para la toma de decisiones, el impulso a la transición energética y el fortalecimiento de la seguridad sin comprometer los derechos humanos. En un mundo que demanda nuevos liderazgos, su estilo sobrio, técnico y basado en resultados, se presenta como un modelo de gobernanza moderna.
El verdadero poder reside en la capacidad de transformar la vida de las personas e influir en el curso global de los acontecimientos. En este sentido, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, por la magnitud de la población que gobierna, el peso económico de México, su legitimidad electoral y los resultados obtenidos, se consolida como la mujer más poderosa del planeta. Su liderazgo no se limita a la administración, sino que traza un nuevo rumbo, posicionando a México como una potencia emergente en el escenario internacional. Su figura transmite un mensaje contundente: el futuro de la política global también se escribe en femenino, y México, bajo su liderazgo, es un ejemplo paradigmático.
Fuente: El Heraldo de México