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17 de septiembre de 2025 a las 12:15

Presupuesto Vivienda: Se necesitan 218 MMDP

La vivienda, un derecho fundamental, se encuentra en el corazón de la estabilidad y el progreso de cualquier nación. En México, la necesidad de una política de subsidios robusta y eficiente para atender el rezago habitacional es innegable. Las cifras hablan por sí solas: 218 mil 095 millones de pesos, una suma considerable, son necesarios para hacer frente a las necesidades de más de un millón y medio de hogares mexicanos en el 2026. Imaginen el impacto que esta inversión tendría en la vida de las familias, la posibilidad de tener un techo digno, seguro y que les permita construir un futuro con mayor esperanza.

Este desafío, sin embargo, no se limita a la construcción de nuevas viviendas. El panorama es mucho más complejo y abarca la necesidad de mejoras en viviendas ya existentes, ampliaciones para familias en crecimiento y, por supuesto, la construcción de hogares nuevos para quienes carecen de uno. El análisis detallado de las cifras revela que la mayor demanda se concentra en las mejoras a las viviendas existentes, con casi 850 mil hogares requiriendo apoyo para este fin. Le sigue la necesidad de ampliaciones, con más de 770 mil hogares buscando expandir sus espacios para acomodar a sus familias. La construcción de nuevas viviendas, aunque en menor número, sigue siendo crucial para las más de 36 mil familias que esperan la oportunidad de un nuevo comienzo.

La diferencia entre las necesidades en zonas urbanas y rurales también nos ofrece una visión importante de la realidad habitacional del país. Mientras que en las ciudades la demanda de ampliaciones supera a la de mejoras, en el campo la situación se invierte, siendo la necesidad de mejoras en las viviendas preexistentes la más apremiante. Esto nos habla de las distintas dinámicas y retos que enfrentan las familias en cada contexto. En las zonas rurales, donde la autoconstrucción es más común, las mejoras son esenciales para garantizar la seguridad y habitabilidad de los hogares. En las urbes, el crecimiento demográfico y la densificación poblacional impulsan la necesidad de ampliar los espacios habitacionales.

La Ley de Vivienda, en su artículo 61, establece la obligación de la Secretaría de Bienestar de realizar una estimación anual de los recursos necesarios para la política de subsidios. Esta estimación, fundamentada en el rezago habitacional, las necesidades de vivienda, la condición de pobreza de los hogares y el grado de marginación, es crucial para asegurar una asignación eficiente y transparente de los recursos públicos. No se trata solo de construir casas, sino de construir futuro, de invertir en el bienestar de las familias mexicanas y de contribuir al desarrollo integral del país.

El costo unitario para atender cada una de estas necesidades también es un factor a considerar. Desde los cerca de 86 mil pesos para mejoras, pasando por los 171 mil 973 pesos para ampliaciones, hasta los 343 mil 946 pesos para una vivienda nueva, cada peso invertido representa una oportunidad para transformar la vida de una familia. Es una inversión en el presente y en el futuro, una apuesta por un México más justo y equitativo, donde el acceso a una vivienda digna sea una realidad para todos.

La tarea que tenemos por delante es grande, pero no imposible. Con una política de subsidios bien diseñada, una gestión transparente de los recursos y la participación de todos los actores involucrados, podemos construir un México donde la vivienda sea un derecho garantizado y no un privilegio de pocos. La inversión en vivienda no es un gasto, es una inversión en el futuro del país.

Fuente: El Heraldo de México