17 de septiembre de 2025 a las 19:30
Minina se convierte en alcaldesa de ciclovía
La singular contienda electoral que ha cautivado a la comunidad de Somerville, Massachusetts, y que ha trascendido fronteras a través de las redes sociales, ha llegado a su fin. No se trataba de políticos tradicionales, sino de un ejército de adorables candidatos: cerca de 70 felinos, junto a una peculiar comitiva canina, una tortuga con aspiraciones políticas, una serpiente con una mirada enigmática, un conejillo de indias con una plataforma sorprendente y un loro con un discurso… digamos, peculiar. Todos ellos compitieron por el codiciado título de Alcalde de la ciclovía local.
Lo que comenzó como una broma entre vecinos, con la autoproclamación del gato Berry como alcalde, se transformó en un fenómeno viral, un evento artístico comunitario y una muestra palpable de la unión vecinal. La candidatura de Berry, rápidamente desafiada por el felino Orange, desencadenó una avalancha de postulaciones. Perros, gatos, reptiles y aves, cada uno con sus dueños convertidos en jefes de campaña, inundaron las redes con ingeniosos carteles y promesas que iban desde "siestas obligatorias para todos" hasta "catnip en cada esquina" y la promesa, un tanto radical, de "exterminar a todos los roedores".
La contienda, lejos de ser una simple curiosidad, se convirtió en un espacio de humor e interacción. Los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar: "¿Un perro como alcalde? ¡Imposible!", "Cuanto más diverso, mejor", "¿Cómo votar por una gata del Partido de Gatos de Interiores si hace campaña en un camino público?". Las bromas y los juegos de palabras, con guiños a la política real, fueron la tónica de esta peculiar campaña. Algunos candidatos, incluso, se postularon para cargos inventados para la ocasión, como Wasil, aspirante a Fiscal General, o Whiskers, con su elegante tuxedo, que buscaba la jefatura de Gabinete.
La creatividad de los dueños desbordó en la elaboración de merchandising: camisetas, pegatinas y botones con la imagen de sus candidatos inundaron las calles de Somerville, emulando las campañas políticas tradicionales. Sin embargo, una candidata en particular se robó la atención de todos: Minerva, una enigmática gata negra de pelaje esponjoso, cuya campaña se resumió en una sola palabra: "Crimen". La ambigüedad de su mensaje, lejos de restarle apoyo, la catapultó a la cima de las preferencias, generando un debate entre los vecinos sobre su postura frente a la delincuencia. La expectación era tal que incluso familiares de residentes en otras ciudades solicitaron "votos por correo" para participar en esta singular elección.
Las votaciones, realizadas online y a través de códigos QR, culminaron el 15 de septiembre. La tensión era palpable en la comunidad. Al día siguiente, Daniel Abraham, dueño de Minerva, se presentó en la ciclovía para revelar el resultado y colocar el cartel que oficializaba a su gata como la flamante alcaldesa. En un acto que selló la peculiaridad de esta elección, Abraham compartió el primer "mensaje oficial" de Minerva: "Minerva me ha pedido que les transmita un único mensaje, y solo este mensaje: 'Crimen'". Un sticker con la palabra "Crimen" fue pegado en el cartel de la ganadora, dejando a la comunidad con más preguntas que respuestas, y confirmando que, en Somerville, la política, al igual que sus habitantes, tiene un toque único y encantador. ¿Qué significa realmente el mensaje de Minerva? ¿Es una promesa, una advertencia o simplemente una reflexión sobre la complejidad de la vida? La incógnita permanece, alimentando las conversaciones y el buen humor en esta pequeña comunidad que ha demostrado que la política, a veces, puede ser tan divertida como una carrera electoral entre mascotas.
Fuente: El Heraldo de México