17 de septiembre de 2025 a las 09:30
La Presidenta, aclamada tras la llamada
El pasado 15 de septiembre, en una noche cargada de simbolismo, se celebró el Grito de Independencia en todo México. Un evento que, este año, tuvo un matiz especial: la voz de una mujer resonó desde el balcón presidencial por primera vez en 214 años. La Presidenta Sheinbaum, protagonista indiscutible de la noche, lideró la ceremonia en Palacio Nacional, marcando un hito histórico. Sin embargo, más allá de la solemnidad del evento, la atención también se centró en otras figuras clave del movimiento: las gobernadoras morenistas.
Entre ellas, dos destacan por la cercanía y el afecto que la Presidenta les profesa: Delfina Gómez, Gobernadora del Estado de México, y Rocío Nahle, Gobernadora de Veracruz. Ambas, además de liderar entidades federativas de gran peso político, representan victorias significativas para el movimiento, especialmente considerando la histórica oposición que se ha presentado en ambos estados. Observarlas liderando sus respectivas ceremonias del Grito, tras la suya propia en Palacio Nacional, fue, sin duda, un momento de gran significado para la Presidenta Sheinbaum. A este selecto grupo se suma Clara Brugada, quien, aunque no como gobernadora sino como alcaldesa, estuvo presente en Palacio Nacional, observando de cerca el desarrollo de la histórica ceremonia.
Más allá de la celebración y el fervor patriótico, el ambiente político subyacente no pasó desapercibido. Aunque existe un pacto no escrito para evitar cualquier mención sobre las aspiraciones presidenciales del 2030, argumentando que aún falta mucho camino por recorrer y que es momento de "dejar trabajar" a la Presidenta, dentro de los muros de Palacio Nacional se rumorea que de las tres figuras mencionadas, Brugada y Nahle son quienes cuentan con mayores posibilidades de cara al futuro. Este tipo de especulaciones, aunque prematuras, alimentan el debate político y añaden un elemento extra de interés a la dinámica entre estas mujeres y la Presidenta.
Si bien el 15 de septiembre fue, sin lugar a dudas, el día de la Presidenta Sheinbaum, la mandataria se tomó el tiempo para presenciar las ceremonias de sus gobernadoras predilectas. Mientras tanto, ya planeaba las líneas generales de la "mañanera" del día siguiente, demostrando su capacidad para atender múltiples frentes y su constante enfoque en la comunicación con la ciudadanía.
Un detalle que no pasó desapercibido fue la llamada que recibió la Presidenta después de la ceremonia. Su predecesor en el cargo la felicitó, no solo por el momento histórico, sino también por la cuidadosa selección de las arengas pronunciadas desde el balcón presidencial. Particularmente, destacó aquellas que hacían referencia a la defensa de la soberanía, el reconocimiento a las heroínas anónimas y el apoyo a los migrantes. Estas palabras resonaron con fuerza en el contexto actual y reafirman el compromiso del gobierno con estos temas cruciales. Este gesto, más allá de la cortesía política, sugiere una continuidad y un respaldo al liderazgo de la Presidenta Sheinbaum.
En resumen, la noche del 15 de septiembre fue una noche de simbolismos, de hitos históricos y de lecturas políticas. La imagen de la Presidenta Sheinbaum liderando el Grito de Independencia, junto con la presencia de figuras como Delfina Gómez, Rocío Nahle y Clara Brugada, proyecta una visión de un movimiento político fuerte y con liderazgo femenino, preparado para afrontar los retos del futuro. El tiempo dirá cómo se desarrollan las trayectorias de estas mujeres y cuál será su papel en el panorama político mexicano de los próximos años.
Fuente: El Heraldo de México