17 de septiembre de 2025 a las 09:30
Detroit renace. ¿México también?
La industria automotriz estadounidense, antaño un gigante dormido, parece estar despertando de un largo letargo. Los datos de producción, si bien muestran una caída significativa en la última década, ahora apuntan a una inminente resurrección. No es casualidad, sino el resultado de una estrategia política enfocada en revitalizar este sector clave de la economía. El presidente Trump, consciente de la importancia de la industria automotriz para el país, ha impulsado políticas que buscan devolverle su antiguo esplendor. Y las señales de este renacimiento son cada vez más evidentes.
Desde las declaraciones optimistas de Lourenco Goncalves, CEO de Cleveland-Cliffs, sobre la reactivación de fábricas de acero, hasta las multimillonarias inversiones de gigantes como General Motors y Hyundai, la industria automotriz estadounidense se prepara para un nuevo auge. No hablamos de promesas a futuro, sino de acciones concretas en el presente. La inversión de 4 mil millones de dólares de General Motors para incrementar su producción local y la colosal inyección de 26 mil millones de dólares de Hyundai entre 2025 y 2028 para expandir su capacidad productiva en EUA, son ejemplos claros de esta nueva era. Estas inversiones no solo significan un aumento en la producción de vehículos, sino también la creación de miles de empleos y la revitalización de comunidades enteras.
El Departamento de Comercio, en sintonía con esta tendencia, está considerando la imposición de aranceles a autopartes importadas. Esta medida, si bien puede generar controversia, busca proteger la industria nacional y asegurar que el crecimiento se traduzca en beneficios reales para la economía estadounidense. El objetivo es claro: fortalecer la cadena de suministro local y evitar la dependencia de componentes extranjeros que puedan comprometer la producción.
¿Y qué significa este panorama para México? Nuestro país, con una sólida base de producción automotriz, deberá adaptarse a esta nueva realidad. Si bien se espera que mantenga e incluso incremente su producción, el protagonismo podría disminuir frente al resurgimiento de la industria estadounidense. El T-MEC renegociado será clave para definir las reglas del juego y aclarar el panorama arancelario. En este contexto, no sorprende la ausencia de grandes anuncios de inversión en México, sino más bien una consolidación de las líneas de producción existentes y, en algunos casos, cierres relevantes como el de la planta de Nissan en Civac, Cuernavaca. Es un momento de cautela y análisis para la industria automotriz mexicana.
Finalmente, cabe destacar los nombramientos de Visa en América Latina. La designación del mexicano Eduardo Coello como Chairman para la región y el Caribe, y la llegada de Nuno Lopes Alves desde Brasil como nuevo presidente, marcan un nuevo capítulo para la compañía. A Lopes Alves le tocará la importante tarea de gestionar la alianza de Visa con la FIFA para la Copa del Mundo del próximo año, un evento de gran relevancia global. Sin duda, son movimientos estratégicos que reflejan la importancia de América Latina para Visa. Estaremos atentos a los próximos desarrollos.
Fuente: El Heraldo de México