Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Política

17 de septiembre de 2025 a las 10:05

Descubre el significado oculto del Grito

Un ambiente electrizante recorrió la Plaza de la Constitución. No era para menos. Las primeras fiestas patrias con Claudia Sheinbaum al frente del país prometían ser diferentes, y vaya que lo fueron. Desde el balcón presidencial, con la voz firme y el porte inquebrantable que la caracteriza, la mandataria no sólo conmemoró la gesta heroica de la Independencia, sino que la resignificó. Su discurso, breve pero contundente, fue una declaración de principios, un manifiesto político tejido con las fibras de la historia y la esperanza de un futuro más justo. Habló de feminismo, sí, en un país donde la lucha por la igualdad de género sigue siendo una batalla cuesta arriba. Recordó a Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez y a tantas otras mujeres que, desde el anonimato o la primera línea, forjaron la nación. Su vestido morado, un color asociado a la lucha feminista, no fue una casualidad, sino una afirmación simbólica de su compromiso con la causa.

Más allá de nuestras fronteras, el mensaje resonó con fuerza. En un contexto internacional complejo, marcado por tensiones geopolíticas y discursos anti-inmigrantes, Sheinbaum reivindicó los derechos de los migrantes, enviando un mensaje directo y sin ambages a Donald Trump. Fue un llamado a la solidaridad, a la empatía y al reconocimiento de la dignidad humana, sin importar el lugar de origen.

El desfile militar del 16 de septiembre no fue menos simbólico. Por primera vez en la historia de México, una mujer, en su calidad de jefa suprema de las Fuerzas Armadas, encabezó la ceremonia. Su presencia, imponente y serena, fue un parteaguas, un hito que quedará grabado en la memoria colectiva. A su lado, los secretarios de Marina y Defensa refrendaron su lealtad, pero también se atrevieron a tocar temas espinosos, como la corrupción que ha permeado a las instituciones castrenses. Las palabras del almirante Morales, aludiendo al desmantelamiento de una red de huachicol, fueron un golpe sobre la mesa, una señal inequívoca de que la impunidad no sería tolerada.

Pero más allá de los discursos y los símbolos, lo que realmente impactó fue la atmósfera que se respiró durante las fiestas patrias. Una atmósfera de renovación, de esperanza, de un futuro en construcción. La gente, congregada en el Zócalo capitalino, no sólo coreaba los vítores tradicionales, sino que expresaba una nueva energía, un renovado sentido de pertenencia.

En otro orden de ideas, la figura de Tomás Zaragoza, propietario de la empresa Tomza, ha cobrado relevancia en la escena pública, no sólo por el lamentable accidente de una de sus pipas en la Ciudad de México, sino por las relaciones que mantiene con diversas figuras políticas. Desde el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, hasta el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, pasando por el exdiputado Antonio Pérez Garibay, la red de contactos de Zaragoza es amplia y diversa. Lo que resulta preocupante son las acusaciones que pesan sobre el empresario, particularmente en lo que respecta al supuesto financiamiento de las aspiraciones políticas de Pérez Cuéllar. En el competitivo escenario político de Chihuahua, donde Morena se perfila como una fuerza dominante, la posible influencia de Zaragoza en la carrera por la gubernatura genera interrogantes y suspicacias. ¿Estará la senadora Andrea Chávez, con su sólido posicionamiento, a salvo de las maniobras del alcalde y sus poderosos aliados? El tiempo lo dirá.

Y como decía un filósofo, cuyo nombre se me escapa en este momento, "No se trata de aceptar lo que no podemos cambiar, sino de cambiar lo que no podemos aceptar". Palabras sabias que resuenan con fuerza en estos tiempos de transformación.

Fuente: El Heraldo de México