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17 de septiembre de 2025 a las 19:55
Birria Fit: ¿Jalisco o Zacatecas?
Sumérgete en el apasionante mundo de la birria, un tesoro culinario mexicano que se manifiesta en una danza de sabores y aromas, especialmente en los estados de Jalisco y Zacatecas. Si bien ambas versiones deleitan el paladar, existen diferencias clave en sus preparaciones que impactan directamente en su valor nutricional. Desentrañemos este misterio para descubrir cuál de estas joyas gastronómicas se corona como la opción más saludable.
El viaje comienza en Jalisco, cuna de la birria más reconocida, un festín de carne de chivo o res, bañada en una salsa espesa y seductora, resultado de la alquimia de chiles secos, jitomate y un ramillete de especias. Cocida lentamente en su propio jugo, la birria jalisciense se presenta como un guiso opulento, acompañado de un generoso consomé, tortillas, cebolla, cilantro, y a menudo, arroz o frijoles. Si bien este festín es una oda al sabor, su riqueza en grasas, especialmente cuando se utilizan cortes de res con alto contenido graso, y la presencia de la grasa liberada durante la cocción en el consomé, la convierten en una opción menos favorable para quienes buscan cuidar su línea.
En contraste, la birria zacatecana se revela como una alternativa más ligera. Aunque también se elabora con carne de borrego, chivo o res, su preparación en horno de tierra o cazuela, con un marinado menos denso, sin la abundancia de jitomate y grasa añadida de su contraparte jalisciense, marca una diferencia significativa. Además, la birria zacatecana se sirve a menudo "seca", es decir, sin consomé o con una cantidad mínima, lo que reduce drásticamente su contenido graso. La ausencia de acompañamientos como arroz, frijoles o salsas aceitosas, comunes en la birria jalisciense, refuerza su carácter ligero.
La elección de la carne también juega un papel crucial en el valor nutricional de la birria. Optar por cortes magros, tanto en la versión jalisciense como en la zacatecana, reduce significativamente el aporte de grasas saturadas. Además, la cocción en horno o cazuela, característica de la birria zacatecana, facilita el drenaje y la evaporación de la grasa, lo que se traduce en un menor contenido calórico total.
Si te encuentras navegando en las aguas de una dieta baja en grasas o calorías, la birria zacatecana emerge como la opción más recomendable. Su preparación más ligera, su menor contenido graso y la posibilidad de prescindir del consomé la convierten en una alternativa saludable sin sacrificar el sabor auténtico de este platillo tradicional. No obstante, si te decides por la birria jalisciense, recuerda optar por cortes magros y moderar el consumo del consomé para disfrutar de su sabor sin remordimientos.
En definitiva, la birria, en cualquiera de sus versiones, es un reflejo de la riqueza y diversidad de la gastronomía mexicana. Conocer las particularidades de cada estilo te permitirá disfrutar de este manjar de forma consciente, adaptándolo a tus necesidades y preferencias nutricionales. Ya sea la opulencia de la birria jalisciense o la ligereza de la zacatecana, ambas son un testimonio del arte culinario mexicano, esperando ser descubiertas y saboreadas.
Fuente: El Heraldo de México