La tensión familiar que rodea a Maribel Guardia continúa acaparando la atención mediática. La reciente declaración de Imelda Garza Tuñón, exnuera de la actriz y viuda de Julián Figueroa, en la que expresa su deseo de quedar fuera de la herencia de Guardia y detener el pleito legal que las enfrenta, ha añadido un nuevo capítulo a esta historia. Garza Tuñón, en una entrevista para "Ventaneando", confesó que la situación le ha servido como una dura lección de vida, aprendiendo que "no puedes confiar en todas las personas" y que "hay veces que la gente te va a decepcionar". Sus palabras, cargadas de resignación, reflejan la profunda decepción que siente y reafirman la complejidad del conflicto familiar. Además, aconsejó, basándose en su propia experiencia, "nunca se debe de vivir en la casa de la suegra", un consejo que, sin duda, resonará con muchas personas. Recordó las advertencias previas de su madre y abuela, quienes le insistían en que "nadie te va a querer como tu familia".

Por su parte, Maribel Guardia, en un encuentro con la prensa documentado por El Fernan en YouTube, respondió a las declaraciones de Garza Tuñón con firmeza y cierta tristeza. Aseguró que, a pesar del conflicto, su nieto José Julián seguirá siendo parte de su testamento. “Mis cosas son mis cosas, por supuesto que me quedo con ellas, las tengo y yo se las dejaré a quien yo quiera”, declaró la actriz. Estas palabras dejan claro que, a pesar de las diferencias con la madre de su nieto, el pequeño José Julián ocupa un lugar importante en su vida y en sus planes de futuro. La actriz también mencionó haber recibido mensajes "muy tristes" de Garza Tuñón, aunque prefirió no revelar su contenido, dejando entrever la delicadeza de la situación y la profundidad del desencuentro. Es evidente que la relación entre ambas está marcada por la tensión y la desconfianza.

La batalla mediática, iniciada a finales de enero tras la denuncia de Guardia contra Garza Tuñón por supuesta posesión de sustancias, parece lejos de terminar. La acusación de Garza Tuñón sobre el supuesto control ejercido por Guardia a través del apoyo económico que brindaba a su nieto añade otra capa de complejidad al conflicto. La viuda de Julián Figueroa afirmó que desde hace meses ya no recibe dicho apoyo, lo que sugiere una ruptura definitiva en la relación entre ambas. La falta de contacto entre José Julián y su abuela Maribel Guardia es otro aspecto preocupante de esta situación, que evidencia el daño emocional que el conflicto está causando en el menor. El futuro de esta disputa familiar es incierto, pero lo que sí es claro es que las heridas emocionales son profundas y la reconciliación parece un escenario cada vez más lejano.