16 de septiembre de 2025 a las 06:25
Madres entregan a sus hijos tras vandalismo escolar
La tranquilidad del domingo 14 de septiembre en el Condado de Volusia, Florida, se vio interrumpida por un acto de vandalismo que ha conmocionado a la comunidad. La Escuela Primaria Friendship, un lugar dedicado a la educación y el crecimiento de los niños, se convirtió en el escenario de una destrucción inexplicable, dejando tras de sí un panorama desolador y daños estimados en 50,000 dólares, una cifra que se traduce en más de 900,000 pesos mexicanos. Imaginen el impacto de esta suma en una institución educativa, el equivalente a la compra de nuevos libros, computadoras, material didáctico… recursos que ahora tendrán que ser destinados a reparar los destrozos.
Todo comenzó con una alarma de incendio que resonó en la noche, alertando a las autoridades. Al llegar a la Escuela Primaria Friendship, en Deltona, los agentes se encontraron con una escena que distaba mucho de un simple incendio. Una puerta de vidrio rota daba paso a un escenario de caos en la sala de prensa: mobiliario destrozado, equipos electrónicos hechos añicos, un rastro de destrucción que evidenciaba la furia del acto vandálico. Las cámaras de seguridad, mudos testigos del incidente, captaron a dos figuras merodeando en la oscuridad, sembrando el caos en la institución educativa.
Inmediatamente, la Oficina del Sheriff de Volusia inició una investigación y, con la esperanza de una rápida resolución, difundió fragmentos del video de vigilancia en redes sociales. La comunidad, indignada por la violación a un espacio tan importante como una escuela primaria, se unió al llamado de las autoridades, compartiendo la información y buscando identificar a los responsables. El mensaje inicial de la Oficina del Sheriff rezaba: “Durante la noche, los agentes respondieron a una alarma de incendio en la Escuela Primaria Friendship en Deltona. Al llegar al lugar, encontraron una puerta de vidrio rota y la sala de prensa vandalizada. Dos personas de interés fueron captadas en cámara, pero no han sido identificadas”. Pocos podían imaginar el giro que tomaría el caso en las siguientes horas.
En un acto que combina sorpresa y consternación, fueron las propias madres de los vándalos quienes, al reconocer a sus hijos en las imágenes difundidas, tomaron la valiente decisión de contactar a las autoridades. Felix Cohen Romero, de 12 años, y Bentley Ryan Wehrly, de 13, fueron entregados a la justicia por las personas que les dieron la vida, un hecho que sin duda abre un debate sobre la responsabilidad parental y la importancia de la educación en valores. Imaginen el dilema moral que enfrentaron estas madres, el conflicto interno entre el amor maternal y el deber cívico.
Tras ser confrontados, los menores confesaron su participación en los hechos, un acto que no solo dañó la infraestructura de la escuela, sino que también fracturó la confianza de la comunidad. Ahora, Felix y Bentley enfrentan cargos por vandalismo y daños a la propiedad, dejando en manos de las autoridades la decisión sobre su futuro legal. ¿Serán procesados como juveniles? ¿Qué medidas se tomarán para asegurar que un incidente de esta magnitud no vuelva a ocurrir? Estas son preguntas que aún quedan sin respuesta.
Mientras tanto, la Escuela Primaria Friendship inicia el largo proceso de reconstrucción, no solo de sus instalaciones físicas, sino también de la tranquilidad y la seguridad que se vieron vulneradas aquella noche del 14 de septiembre. La comunidad se une para apoyar a la escuela, con la esperanza de que este lamentable incidente sirva como una lección para todos, un recordatorio de la importancia del respeto a la propiedad ajena y la responsabilidad que conlleva la crianza de las futuras generaciones. El eco de la alarma de incendio, aunque silenciado, resuena aún en la memoria colectiva de Deltona, un llamado a la reflexión y a la acción para prevenir que actos como este se repitan.
Fuente: El Heraldo de México