17 de septiembre de 2025 a las 02:15
Jazlyn, nieta de Alicia Matías, delicada tras cirugía
La pequeña Jazlyn Azulet, una guerrera que se aferra a la vida, continúa su batalla contra las graves quemaduras sufridas en la trágica explosión del Puente de La Concordia. Desde Galveston, Texas, donde recibe atención especializada gracias al apoyo de la Fundación Michou y Mau, nos llegan noticias esperanzadoras, aunque la situación sigue siendo crítica. Imaginen la escena: una niña valiente, entrando a quirófano, rodeada del equipo médico más avanzado, luchando por recuperarse de un evento que ha marcado su vida para siempre. La Fundación, en su constante labor de transparencia y acompañamiento, nos informa que Jazlyn ha sido sometida a una evaluación exhaustiva para determinar las áreas que requerirán injertos de piel, un procedimiento delicado y crucial en su proceso de recuperación. Asimismo, se evalúa minuciosamente su vía aérea para determinar los pasos a seguir con respecto a la intubación, un proceso vital para asegurar su respiración y bienestar.
Más allá de los fríos datos médicos, la historia de Jazlyn es un testimonio de amor y sacrificio. Recordemos el acto heroico de su abuela, Alicia Matías, quien con un instinto protector inigualable, la cubrió con su propio cuerpo para protegerla de la onda expansiva. Alicia, a quien hoy recordamos como "la abuela heroína", priorizó la vida de su nieta sobre la suya, un acto de amor incondicional que conmueve hasta lo más profundo. A pesar de sufrir quemaduras en el 90% de su cuerpo, Alicia aún tuvo la fuerza de pedir ayuda para Jazlyn, asegurándose de que la pequeña recibiera atención médica inmediata. Su sacrificio nos recuerda la fuerza del amor familiar y la capacidad humana de anteponer el bienestar de los seres queridos al propio.
Este trágico accidente, ocurrido el pasado 10 de septiembre, nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad. La imagen de la pipa volcada, la manguera fracturada y la posterior explosión, sigue grabada en la memoria colectiva. Un instante que cambió la vida de decenas de familias, dejando un saldo de dolor y pérdidas irreparables. Las cifras oficiales, actualizadas por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, nos hablan de un escenario desolador: 17 personas fallecidas, 35 aún hospitalizadas y 31 dadas de alta. Detrás de cada número hay una historia, un drama humano que nos invita a reflexionar sobre la seguridad, la prevención y la importancia de estar preparados ante situaciones de emergencia.
Mientras Jazlyn lucha por su vida en Galveston, la comunidad se une en oración y esperanza. La Fundación Michou y Mau, con su incansable labor, se convierte en un faro de luz para las familias afectadas por quemaduras, brindando no solo atención médica especializada, sino también apoyo emocional y acompañamiento en el largo camino de la recuperación. La solidaridad de la gente, manifestada en donaciones y mensajes de aliento, es un bálsamo en medio del dolor, un recordatorio de que en momentos de crisis, la unión hace la fuerza. Seguiremos informando sobre la evolución de Jazlyn y de las demás víctimas de este lamentable accidente, con la esperanza de que pronto podamos compartir noticias más alentadoras. En estos momentos, la fortaleza y la resiliencia son fundamentales para superar la adversidad y reconstruir las vidas afectadas por esta tragedia.
Fuente: El Heraldo de México