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16 de septiembre de 2025 a las 03:30
Deslave deja pipa de gas al borde del colapso
La fuerza implacable de la naturaleza se ha manifestado una vez más en Baja California Sur, dejando una escena impactante que nos recuerda la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras ante la furia de los elementos. El kilómetro 78 de la Carretera Transpeninsular, en el municipio de Mulegé, ha sido testigo de un evento dramático: un deslave provocado por las intensas precipitaciones asociadas a la tormenta tropical Mario ha abierto una oquedad en la vía, justo en el preciso instante en que una pipa de transporte de gas LP transitaba por el lugar. La imagen resultante es sobrecogedora: la pesada unidad, suspendida precariamente entre las dos orillas del deslave, se convierte en un símbolo del peligro latente que representa esta situación. El corazón de la península se encuentra en vilo, conteniendo la respiración ante la posibilidad de un desenlace catastrófico.
La rápida y coordinada respuesta de las autoridades ha sido crucial en estos momentos de tensión. Elementos del Ejército, la Marina y Protección Civil, tanto estatal como municipal, se han movilizado con celeridad hacia la zona del incidente. Su principal objetivo: retirar la pipa de gas LP de forma segura, minimizando cualquier riesgo de explosión o fuga que pueda poner en peligro a la población y al medio ambiente. La pericia y la valentía de estos hombres y mujeres son un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre.
Mientras tanto, la entrada carretera a la localidad de San Ignacio, también en el municipio de Mulegé, ha quedado completamente interrumpida por el embate del mal tiempo. Las lluvias torrenciales han desbordado arroyos y ríos, convirtiendo caminos en caudalosos torrentes e impidiendo el acceso a esta importante comunidad. Las autoridades, conscientes del riesgo que implica transitar por estas zonas, han hecho un llamado enérgico a la ciudadanía para que evite desplazamientos innecesarios y se mantenga resguardada en lugares seguros. La prudencia y la responsabilidad individual son fundamentales para evitar tragedias en situaciones como esta.
Los remanentes de la tormenta tropical Mario continúan azotando el norte de Baja California Sur, con San Ignacio como uno de los puntos más afectados. Las inundaciones, cada vez más severas, han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la resiliencia de los habitantes. Las imágenes que nos llegan desde la zona muestran la magnitud del desastre: calles convertidas en ríos, viviendas anegadas y familias buscando refugio en albergues temporales. La solidaridad de la comunidad se hace patente en estos momentos difíciles, con vecinos ayudando a vecinos y voluntarios trabajando incansablemente para brindar apoyo a los damnificados.
El Servicio Meteorológico Nacional, en sus más recientes reportes, informa que la tormenta tropical Mario sigue una trayectoria paralela a la Península de Baja California. Esto significa que las lluvias, aunque con menor intensidad, persistirán durante las próximas jornadas. La población debe mantenerse alerta y seguir las indicaciones de las autoridades, preparándose para posibles contingencias y evitando zonas de riesgo. La prevención es la mejor herramienta para afrontar los desafíos que nos presenta la naturaleza.
La situación en Baja California Sur nos recuerda la importancia de invertir en infraestructuras resilientes, capaces de soportar los embates del cambio climático. Asimismo, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de fortalecer nuestros sistemas de alerta temprana y de respuesta ante desastres naturales. Solo a través de la planificación y la cooperación podremos minimizar los impactos de estos eventos y proteger a nuestras comunidades.
Fuente: El Heraldo de México