La escena musical mexicana, y en particular la comunidad ska, se encuentra de luto tras la repentina partida de Álvaro Sosa, bajista de la reconocida banda Módulo Ghetto. Con tan solo 31 años, su fallecimiento ha dejado un vacío irremplazable en el corazón de sus compañeros, familiares, amigos y seguidores. La noticia, confirmada por la propia banda a través de sus redes sociales, ha generado una ola de consternación y tristeza. El comunicado emitido por Módulo Ghetto no solo informaba del deceso, sino que también reflejaba la profunda pena que embarga a sus integrantes. Describen a Álvaro no solo como un compañero de escenario, sino como un amigo cercano, cuya pérdida ha dejado una huella imborrable en sus vidas.

Las redes sociales se han inundado de mensajes de condolencias y recuerdos compartidos por quienes tuvieron la fortuna de conocer a Álvaro, tanto personal como profesionalmente. Se destaca su talento musical, su pasión por el ska y su calidad humana. Muchos recuerdan su energía contagiosa sobre el escenario, su sonrisa perenne y su disposición a colaborar con otros músicos. Historias y anécdotas compartidas pintan el retrato de un joven talentoso y querido por la comunidad.

Ante la difícil situación que enfrenta la familia de Álvaro, Módulo Ghetto ha solicitado el apoyo económico de la comunidad para cubrir los gastos funerarios. Este llamado a la solidaridad ha sido recibido con gran receptividad, demostrando la unidad y el cariño que rodea a la figura del fallecido músico. La transparencia de la banda al compartir los datos de contacto para realizar las aportaciones refleja la confianza y el aprecio que existía entre Álvaro y sus compañeros.

La incertidumbre rodea las circunstancias exactas del fallecimiento de Álvaro. Si bien se sabe que fue sometido a una cirugía un mes antes de su partida, el 13 de agosto, no se han revelado detalles sobre la naturaleza de la intervención ni las causas que la motivaron. La banda había solicitado apoyo económico en aquella ocasión también, lo que sugiere la gravedad de la situación. La falta de información oficial ha dado lugar a especulaciones, incluyendo la posibilidad de que el fallecimiento ocurriera durante o después de la cirugía. Sin embargo, hasta el momento, ni la familia ni la banda han confirmado ni desmentido estas versiones.

Más allá de Módulo Ghetto, Álvaro Sosa también exploró su creatividad musical en otros proyectos, como "Álvaro S.S. & His Jamming Sessions", donde daba rienda suelta a su talento y experimentaba con diferentes sonidos. Esta faceta demuestra su inquietud artística y su constante búsqueda de nuevas formas de expresión. Su legado musical, aunque truncado prematuramente, permanece vivo en las grabaciones y en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de escucharlo tocar.

La partida de Álvaro Sosa deja un vacío en la escena ska mexicana. Su talento, su pasión y su entrega a la música serán recordados por siempre. Su historia sirve como un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de valorar el arte y la amistad. La comunidad musical se une en el dolor y la esperanza de que su música continúe inspirando a nuevas generaciones.