16 de septiembre de 2025 a las 05:30
¡Dale una pata a Cereza!
El estruendo aún retumba en la memoria de los vecinos de Iztapalapa. El 10 de septiembre, bajo el Puente de la Concordia, la tragedia pintó de negro el cielo. Entre el caos, las llamas y el desgarrador panorama de pérdidas humanas, una historia de resiliencia se abría paso: la de Cereza. Esta perrita mestiza, embarazada y con el 30% de su cuerpo cubierto por quemaduras de segundo y tercer grado, se convirtió en un símbolo de esperanza en medio de la devastación. Imaginen la escena: el fuego consumiendo todo a su alrededor, el aire denso por el humo y el olor a quemado, y en medio de ese infierno, una madre luchando por la vida, no solo la suya, sino la de las pequeñas vidas que llevaba en su vientre. Cereza, desorientada y con un dolor inimaginable, corría impulsada por el instinto más puro: la supervivencia.
Una vecina, conmovida por la escena, la rescató del infierno y contactó a Huellitas, Amor sin Fronteras, el refugio fundado por Ana Silvia Díaz, un ángel guardián para los animales en situación vulnerable. Apenas llegó al albergue, el estrés del trauma la obligó a un parto prematuro. Cinco cachorros, pequeños y frágiles, llegaron al mundo en medio de la adversidad. La lucha por la vida apenas comenzaba. Los veterinarios trabajaron incansablemente, realizando una cesárea de emergencia para traer al mundo a los pequeños. Sin embargo, la fragilidad de la vida se hizo presente: tres de los cachorros, demasiado débiles para enfrentar el mundo, fallecieron. Una punzada en el corazón de todos los que seguían la historia de Cereza. A pesar del dolor, la esperanza se aferra a los dos cachorros sobrevivientes, quienes luchan minuto a minuto en incubadoras, alimentados con leche especializada y rodeados del cuidado constante del equipo del refugio.
Cereza, con su cuerpo marcado por el fuego, también libra su propia batalla. Hoy, ingresó a su primera cirugía reconstructiva. Un paso crucial en su camino hacia la recuperación. Los médicos trabajan con dedicación para retirar el tejido muerto y promover la regeneración de su piel. Su pronóstico es reservado, pero todos los que la conocen hablan de su fuerza, de su espíritu indomable. La llaman "guerrera", y con razón. Cada día, Cereza demuestra que la vida, incluso en las circunstancias más adversas, merece ser vivida.
Y en medio de esta lucha titánica, surge la solidaridad. Huellitas, Amor sin Fronteras ha asumido la totalidad de los gastos médicos, una suma considerable que incluye hospitalización, medicamentos, cirugías, pañales, suéteres protectores para las quemaduras y alimento premium para Cereza y sus cachorros. Pero la carga es pesada para esta organización sin fines de lucro que depende de la generosidad de la gente.
Hoy, más que nunca, Cereza y sus cachorros necesitan de nuestro apoyo. Cada donativo, por pequeño que sea, se convierte en una inyección de esperanza, en un ladrillo que construye un futuro mejor para ellos. Puedes realizar tu aporte a través de las cuentas bancarias proporcionadas. También se necesitan donativos en especie: leche para cachorros, camitas, todo suma para aliviar la carga y asegurar que Cereza y sus dos pequeños guerreros tengan la oportunidad de vivir una vida plena, lejos del dolor y rodeados de amor. No permitamos que la llama de la esperanza se apague. Juntos, podemos ayudar a Cereza a escribir un nuevo capítulo en su historia, un capítulo lleno de amor, recuperación y un futuro brillante.
Fuente: El Heraldo de México