16 de septiembre de 2025 a las 06:25
Batman Azteca: ¿Un héroe prehispánico?
La fusión entre la mitología mexica y el universo de Batman, una idea que inicialmente generó escepticismo, ha culminado en "Batman Azteca: Choque de Imperios", una película que busca cautivar tanto a los aficionados del Caballero de la Noche como a los interesados en la historia de México. Lejos de optar por la simplicidad, el director Juan Meza-León apostó por una narrativa impactante, que despertara emociones fuertes y generara debate. Este ambicioso proyecto requirió una profunda investigación, abarcando desde libros y artículos hasta documentales, con la invaluable asesoría del arqueólogo Alejandro Barriga. El resultado, según Meza-León, es una obra que impacta visualmente y narrativamente, gracias al talento del director de arte Diego Olascoaga.
El entusiasmo del equipo, conformado por productores mexicanos de Anima y Chatrón, fue crucial para encontrar el equilibrio entre el entretenimiento y el respeto a la historia. La idea, concebida antes de la pandemia, buscaba una nueva voz mexicana en la animación, un talento que pudiera fusionar la cultura mexicana con el icónico superhéroe. Para Meza-León, la combinación de "Batman" y "mexicano" tenía un potencial innegable, una oportunidad para explorar una narrativa fresca y audaz.
El objetivo principal de la película, que se estrena en Cinépolis el 17 de septiembre, tras un preestreno en salas selectas, es presentar una historia dramática, con la profundidad de una película de acción real, pero en formato animado. La intención es abordar el tema de la conquista de América con la seriedad que merece, explorando la oscuridad de las acciones humanas. El proceso creativo comenzó inmediatamente después de la primera reunión, con bocetos y diseños de personajes, incluyendo la adaptación de figuras icónicas como Catwoman y Poison Ivy al contexto mexica. La colaboración con el experimentado guionista Ernie Altbacker, conocido por su trabajo en películas animadas de Batman para Warner Bros., enriqueció aún más el proyecto.
La investigación histórica fue fundamental para la construcción de este nuevo Batman. La existencia de deidades murciélago en las culturas mexica y maya, como Tzinacan y Camazotz, respectivamente, proporcionó una base sólida para integrar orgánicamente los elementos fantásticos del universo DC con la narrativa de la Conquista. Esta no es la primera vez que Batman se aventura fuera de Ciudad Gótica. Sus incursiones como ninja y detective noir demuestran la versatilidad del personaje, y esta nueva interpretación como guerrero mexica añade otra capa a su rica historia.
Un aspecto destacado de "Batman Azteca: Choque de Imperios" es la prioridad dada al doblaje en español. Las voces se grabaron primero, y la animación se desarrolló en base a la interpretación de los actores, un proceso poco común en México, que otorga una autenticidad única a la película. Horacio García, la voz de Yohualli, el joven Batman azteca, destaca la riqueza lingüística de los pueblos originarios y aboga por una mayor presencia de la ciencia ficción en estas culturas. Para García, la película es un viaje de maduración de un guerrero fantástico. Yohualli Coatl, el mejor guerrero de Tenochtitlan, cercano a Moctezuma Xocoyotzin, abraza su destino como protector mientras descubre al superhéroe que habita en la noche. Aprende a dominar la oscuridad, un territorio desconocido para los guerreros mesoamericanos, acostumbrados a la protección del dios Sol, Tonatiuh. La voz profunda de Yohualli se convierte en la voz de la noche, la voz de Batman.
La representación de Hernán Cortés en la película ha generado controversia, especialmente en medios españoles, que acusan al director de fomentar un sentimiento antiibérico. Sin embargo, Meza-León defiende su visión, argumentando que la comparación de Cortés con Dos Caras es una metáfora orgánica de los hechos históricos. La transformación de Cortés, del supuesto salvador al destructor, refleja la complejidad de la conquista y la imposición de una visión religiosa. Esta metamorfosis, que también experimentan otros personajes como Yohualli y el sacerdote Yoka, trasciende el mero entretenimiento para convertirse en una reflexión sobre la naturaleza humana y la repetición de patrones históricos.
Meza-León insiste en que la figura de Cortés en la película va más allá de la representación histórica, funcionando como una metáfora de las problemáticas actuales. La destrucción causada por aquellos que imponen su visión del mundo, un fenómeno que lamentablemente persiste en la actualidad, es el tema central que la película busca poner sobre la mesa, generando debate y, en algunos casos, polémica. Según el director, la resistencia a confrontar esta verdad es precisamente lo que ha generado controversia alrededor de la película.
Fuente: El Heraldo de México