16 de septiembre de 2025 a las 12:10
Autos en riesgo: ¿Subirán los precios?
La propuesta de un arancel del 50% a vehículos importados de países sin acuerdos comerciales con México ha generado un intenso debate en la industria automotriz. Mientras algunos sectores lo ven como una oportunidad para impulsar la producción nacional, otros advierten sobre posibles consecuencias negativas para el consumidor y el mercado en general. Este escenario de contrastes nos invita a analizar a profundidad las implicaciones de esta medida.
Por un lado, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha expresado su preocupación por el impacto que este arancel podría tener en la red de distribución de vehículos, particularmente en las marcas chinas. Se estima que cerca de 800 puntos de venta podrían verse afectados, lo que se traduce en una potencial pérdida de empleos y una disminución en la oferta de vehículos para el consumidor mexicano. Además, se teme que esta medida frene inversiones significativas en el sector, cifradas en alrededor de 60 mil millones de pesos, que impactarían negativamente el desarrollo de la industria.
Otro punto crucial es el efecto que este arancel podría tener en el mercado de vehículos eléctricos e híbridos. Justo cuando la electromovilidad comienza a ganar terreno en México, un aumento en los precios de estos vehículos, impulsado por el arancel, podría desalentar su adopción y frenar el avance hacia un transporte más sostenible. La Electro Movilidad Asociación (EMA) ha alertado sobre este riesgo, argumentando que se verían comprometidos los objetivos nacionales e internacionales en materia de reducción de emisiones y transición energética. Estudios recientes del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) muestran una tendencia a la baja en los precios de los vehículos eléctricos e híbridos, una tendencia que se vería contrarrestada por la imposición de este arancel. Esto no solo afectaría al consumidor final, sino que también limitaría las opciones de movilidad limpia disponibles en el mercado.
El argumento del gobierno federal, al presentar esta propuesta dentro del Paquete Económico 2026, se centra en la estrategia de fortalecer la industria nacional y alinearse con la política comercial de Estados Unidos, en el contexto de la revisión del T-MEC. Sin embargo, expertos en economía, como Cynthia Valeriano del Tecnológico de Monterrey, advierten que esta medida podría tener un impacto inflacionario en el precio de los vehículos y las autopartes. Este encarecimiento no solo afectaría al consumidor, sino que también podría complicar la competitividad de la industria automotriz mexicana en el mercado regional. La cadena de valor se vería afectada, lo que se traduciría en un aumento en los costos de producción y, en última instancia, en una disminución en la demanda de vehículos.
Ante este panorama complejo, surge la necesidad de un análisis profundo y una implementación gradual de cualquier medida arancelaria. Es fundamental considerar el impacto en todos los actores involucrados: consumidores, distribuidores, fabricantes y la economía en general. La búsqueda de un equilibrio entre la protección de la industria nacional y la promoción de un mercado competitivo y accesible para el consumidor debe ser la prioridad. El futuro de la industria automotriz en México depende de decisiones estratégicas que consideren las implicaciones a corto y largo plazo de las políticas comerciales.
Fuente: El Heraldo de México