Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Diplomacia

15 de septiembre de 2025 a las 09:55

Sirve a México

El Embajador David Nájera, en su despedida como Presidente de la Mesa Directiva de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM), nos deja una profunda reflexión sobre la diplomacia mexicana y los retos que enfrenta en un mundo cada vez más complejo. A través de sus palabras en El Heraldo de México, espacio que la ASEM ha utilizado para acercar la labor diplomática a la sociedad, Nájera no solo conmemora a las grandes figuras de la diplomacia nacional, sino que también destaca la importancia del trabajo cotidiano de cada uno de sus integrantes, sin importar su rango o especialidad.

En un mundo donde la palabra es el arma principal de la diplomacia, Nájera resalta la dedicación de aquellos colegas que, robándole horas al sueño, se esfuerzan por tender puentes entre la discreción inherente a su labor y la necesidad de una mayor comprensión social. Escribe sobre la realidad del Servicio Exterior Mexicano, un servicio que, a pesar de la magnitud de México en el escenario internacional, se ve a menudo limitado por la gravitación natural hacia la relación con Estados Unidos. Una realidad donde el 94% del personal diplomático ha estado involucrado en asuntos relacionados con el país vecino, y donde la mitad de los recursos humanos se destinan a la extensa red consular al norte de la frontera.

Esta concentración, si bien comprensible dada la inmensa diáspora mexicana en Estados Unidos, limita la capacidad de México para atender otras relaciones bilaterales cruciales para su desarrollo. El Embajador Nájera hace un llamado a una mayor percepción política que reconozca las oportunidades que ofrece un mundo que se extiende más allá de la frontera norte. Nos invita a comprender la responsabilidad global de México, un país que no solo participa en foros internacionales, sino que también se ve afectado por problemáticas globales como la contaminación, las pandemias y las consecuencias del crimen organizado.

Nájera describe un México que, a pesar de su importancia económica, su atractivo turístico y la calidad de sus investigadores científicos, cuenta con un Servicio Exterior limitado en recursos. Con una proporción de un diplomático por cada 130 mil habitantes, muy por debajo de la cifra de 1970 (un diplomático por cada 50 mil habitantes), el Servicio Exterior Mexicano enfrenta la expectativa, a veces irreal, de una omnipresencia inmediata ante cualquier contingencia internacional, incluso en situaciones donde el propio personal diplomático puede verse afectado, como ocurrió durante el terremoto en Haití.

A pesar de las limitaciones, el Embajador Nájera destaca la profesionalidad y el compromiso del Servicio Exterior Mexicano. Un servicio que, si bien no domina todos los idiomas del mundo, sí habla el lenguaje de la cooperación y el entendimiento. Un servicio cuyos integrantes, con frecuencia, sacrifican la estabilidad familiar por la vida nómada que exige la profesión. Un servicio que, sin grandes parafernalias, representa dignamente a México en el exterior, guiado por el principio expresado por el Canciller Manuel Tello: "por sobre todas las cosas, México”. Con estas palabras, David Nájera nos deja una valiosa reflexión sobre la diplomacia mexicana y los retos que enfrenta en un mundo globalizado, un legado que sin duda resonará en las futuras generaciones del Servicio Exterior.

Fuente: El Heraldo de México