15 de septiembre de 2025 a las 09:15
Secretos oscuros de Tulum
Un año ha transcurrido desde que Diego Castañón Trejo asumió la presidencia municipal de Tulum, un año que culminó con un primer informe de gobierno envuelto en la retórica de la transformación, pero que choca frontalmente con la cruda realidad que se vive en las calles. El discurso, aderezado con promesas de progreso y el ya conocido "humanismo mexicano", pintó un panorama idílico de pavimentaciones, inversiones en salud y un acceso libre a las playas que, lamentablemente, se diluye ante la palpable desconexión con las necesidades apremiantes de los tulumnenses.
Mientras el alcalde presumía de logros ante el Cabildo, los comerciantes ambulantes sufren el acoso de las extorsiones, obligados a pagar cuotas sin recibo alguno, una práctica que se ha normalizado bajo la sombra de la impunidad. En comunidades marginadas como Punta Allen, la esperanza de servicios básicos como agua potable, electricidad y caminos dignos se desvanece día a día, ignorada por una administración que parece más preocupada por la imagen que por la solución de problemas reales. Y mientras las colonias populares se hunden en el abandono, las imágenes del alcalde disfrutando de la opulencia de restaurantes en Miami circulan en redes sociales, alimentando la indignación y el sentimiento de traición.
La inseguridad, un flagelo que azota a Tulum, tampoco encontró respuestas concretas en el informe. A pesar del anunciado programa "Blindaje Tulum" y la inauguración del C4, la violencia persiste, manteniendo al municipio en la lista de focos rojos del Caribe. El trágico asesinato del secretario de Seguridad Pública, lejos de ser un hecho aislado, es un siniestro recordatorio de la profundidad de la crisis. Ni las cámaras, ni las conferencias han podido frenar el narcomenudeo, las extorsiones y la violencia que afecta tanto a turistas como a residentes.
El acceso libre a las playas, bandera enarbolada por Castañón, se ha convertido en una nueva fuente de conflicto. Las acusaciones públicas contra el Grupo Mundo Maya por incumplir el acuerdo de acceso gratuito contrastan con la persistencia de cobros arbitrarios y tarifas infladas, alimentando la sensación de que el paraíso se privatiza a costa de la comunidad.
Diego Castañón, refrendado en las urnas en 2024 tras la salida de Marciano Dzul, tenía la oportunidad de reconstruir la confianza y liderar un verdadero cambio en Tulum. Sin embargo, su primer informe revela un gobierno desconectado de la realidad, un gobierno de promesas vacías que se pierden en el laberinto de la ineficiencia y la corrupción. Incluso, rumores inquietantes sugieren que el FBI ha puesto su mira en la gestión de Castañón, un hecho que de confirmarse podría desencadenar una crisis política sin precedentes.
En contraste, en Yucatán, la "obra magna" del alcalde de Valladolid, Homero Novelo Burgos, la colocación de una simple llave de agua en Xuilub, ha desatado la burla y la crítica, exponiendo el conformismo oficial y la falta de visión. No es la primera vez que Novelo se ve envuelto en la polémica; su cuenta pública fue rechazada por el Cabildo por irregularidades en el manejo de recursos, y enfrenta señalamientos por obras deficientes y permisos dudosos. Dos realidades, dos municipios, un mismo mal: la desconexión entre el discurso oficial y las necesidades de la gente.
Fuente: El Heraldo de México