Las intensas lluvias que azotaron el municipio de La Paz en el Estado de México la tarde-noche del domingo 14 de septiembre dejaron una estela de complicaciones, especialmente para los usuarios de la Línea A del Metro. El agua, proveniente de las colonias ubicadas en las zonas altas del municipio, se precipitó con fuerza hacia el cajón de las vías, inundando el tramo Santa Marta-Los Reyes y generando una compleja situación que requirió la intervención inmediata de las autoridades.

Adrián Rubalcava Suárez, director del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, se mantuvo al frente de la situación, supervisando personalmente los trabajos de achique y coordinando las acciones para restablecer el servicio lo antes posible. En una entrevista concedida al programa "Heraldo Noticias con Manuel Zamacona" de Heraldo Televisión, transmitido por El Heraldo Media Group, Rubalcava Suárez detalló la complejidad de la operación. No solo se trataba de extraer la enorme cantidad de agua acumulada, sino también de hacerlo de manera que no se agravara la situación de los vecinos de las zonas bajas, quienes veían cómo el agua extraída del Metro volvía a inundar sus calles.

Esta delicada situación requirió de una labor de conciliación con los vecinos afectados, un proceso en el que la presidenta municipal jugó un papel crucial, según explicó el propio Rubalcava Suárez. Gracias a su intervención, se logró un acuerdo que permitió continuar con los trabajos de achique de manera controlada, minimizando el impacto en las zonas residenciales aledañas. El director del Metro destacó la importancia de la colaboración entre las distintas instancias de gobierno y la comunidad para afrontar este tipo de contingencias.

La magnitud de la inundación en las vías del Metro fue tal que los trabajos se extendieron durante toda la madrugada y la mañana del lunes 15 de septiembre. Dos puntos críticos, en particular, concentraron la atención de los equipos de emergencia: el tramo comprendido entre las estaciones Santa Marta y Los Reyes. Bombas de alta capacidad trabajaron sin cesar para extraer el agua, mientras que cuadrillas de trabajadores se afanaban en limpiar los rieles y verificar el estado de las instalaciones eléctricas, asegurándose de que todo estuviera en perfectas condiciones para la reanudación del servicio.

A pesar de los esfuerzos desplegados, la tarea no fue sencilla. La gran cantidad de agua acumulada y la necesidad de coordinar las acciones con los vecinos de las zonas bajas, prolongaron los trabajos de achique más allá de lo previsto inicialmente. Sin embargo, Rubalcava Suárez se mostró optimista y estimó que el servicio en la Línea A se restablecería al 100% después de las 5:00 de la tarde del lunes.

Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante los embates de la naturaleza, y la importancia de contar con planes de contingencia eficientes para minimizar el impacto de este tipo de eventos. Asimismo, resalta el valor de la colaboración entre autoridades y ciudadanía para superar las adversidades y garantizar la seguridad y el bienestar de todos. Se espera que las autoridades realicen una evaluación exhaustiva de los daños y tomen las medidas necesarias para prevenir futuras inundaciones en la Línea A del Metro.