La tranquila tarde del 14 de septiembre en la colonia San Luis Tlaxialtemalco, alcaldía Xochimilco, se vio interrumpida por un angustioso incidente. El escenario: una tortillería local. Un niño de tan solo 11 años, presuntamente jugando cerca de una máquina tortilladora, sufrió un accidente que conmocionó a los vecinos. Su mano quedó atrapada en el mecanismo, desatando momentos de tensión y desesperación.

La rápida reacción de la comunidad fue crucial. Inmediatamente se dio aviso a los servicios de emergencia. Minutos después, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) arribaron al lugar para auxiliar al pequeño. La escena era dramática: el niño, consciente pero con una considerable hemorragia en la extremidad afectada, necesitaba atención urgente.

La complejidad de la situación requirió una solución inmediata y eficaz. Los paramédicos, tras liberar la mano del niño de la maquinaria, determinaron que la gravedad de la lesión, una fractura, exigía un traslado aéreo para asegurar una atención médica lo más rápida posible. El Deportivo Xochimilco se convirtió en el punto de encuentro para el helicóptero ambulancia.

Mientras se preparaba el traslado aéreo, los vecinos observaban con preocupación. La noticia del accidente se propagaba rápidamente por la colonia, generando una ola de solidaridad y angustia. Muchos se preguntaban cómo un juego infantil pudo terminar en una situación tan delicada. La imagen del pequeño siendo llevado en camilla hacia el helicóptero, con el ruido de las aspas como telón de fondo, quedará grabada en la memoria colectiva de San Luis Tlaxialtemalco.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó posteriormente los detalles del operativo. El personal del ERUM, tras estabilizar al menor, lo trasladó vía terrestre al Deportivo Xochimilco. Allí lo esperaba un helicóptero de los Cóndores, la unidad de aerotransporte de la SSC. Durante el vuelo, el niño recibió atención prehospitalaria por parte del equipo médico especializado que lo acompañaba. El destino final: el Hospital Pediátrico de Tacubaya, en la alcaldía Miguel Hidalgo, un centro de referencia en atención infantil.

La noticia trajo un respiro a la comunidad: el menor se encontraba estable y recibiendo la atención médica necesaria. Sin embargo, el incidente sirve como un recordatorio de la importancia de la supervisión y la prevención de accidentes, especialmente en entornos donde existen maquinarias potencialmente peligrosas. ¿Qué medidas de seguridad se implementarán en la tortillería para evitar futuros incidentes? ¿Se revisarán los protocolos de seguridad en establecimientos similares? Estas son algunas de las preguntas que surgen tras este lamentable suceso. La pronta recuperación del niño es el deseo de todos, y este incidente debe impulsar una reflexión sobre la seguridad infantil en la comunidad.