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15 de septiembre de 2025 a las 06:00

Frena la invasión: 100,000 marchan en Reino Unido

La tensión se palpa en el aire. El eco de las consignas aún resuena en las calles de Londres tras una de las mayores manifestaciones antiinmigración de la historia reciente del Reino Unido. Cientos de miles de personas, cifras que oscilan entre 100.000 y 150.000 según Scotland Yard, inundaron las arterias de la capital británica, desde el emblemático Hyde Park hasta la icónica Trafalgar Square, en una marcha convocada bajo el lema "Unir el Reino" por el controvertido activista de extrema derecha Tommy Robinson. Un mar de banderas británicas e israelíes, mezcladas con pancartas que denunciaban la "islamización" y la "inmigración ilegal", dominaba el paisaje. Los cánticos, cargados de frustración y descontento, apuntaban directamente a las políticas migratorias del gobierno laborista de Keir Starmer, especialmente al uso de hoteles para albergar a solicitantes de asilo y al número récord de llegadas en embarcaciones precarias a través del Canal de la Mancha, una cifra que supera ya las 28.000 en lo que va del año.

La jornada, lejos de ser pacífica, estuvo marcada por la violencia. A pesar del despliegue de un importante contingente policial, cerca de 1.600 agentes, se produjeron enfrentamientos esporádicos entre manifestantes y fuerzas del orden. El saldo: 25 arrestos y al menos 26 policías heridos por el lanzamiento de proyectiles y agresiones. Bengalas y botellas surcaban el aire, mientras la policía se esforzaba por contener los choques y separar a los manifestantes de la contramarcha organizada por "Stand Up to Racism" (SUTR). Alrededor de 5.000 personas se congregaron en una "Marcha contra el Fascismo", defendiendo los derechos de los migrantes y refugiados, y acusando a los organizadores de la manifestación principal de incitar al odio racial.

Este evento se enmarca en una creciente ola de descontento antiinmigratorio que ha sacudido al Reino Unido en 2025. Las cifras récord de solicitudes de asilo, más de 111.000 hasta junio, han saturado los servicios públicos, especialmente en áreas como la vivienda y la sanidad, alimentando el temor y la incertidumbre en la población. A esto se suma el impacto de la retórica antiinmigración de figuras internacionales como Donald Trump, que resuena en ciertos sectores de la sociedad británica.

Si bien el gobierno de Starmer ha prometido acelerar las deportaciones y reducir el gasto en hoteles para asilados, con un supuesto ahorro de 1.000 millones de libras anuales, estas medidas son consideradas insuficientes por figuras como Robinson, que continúa azuzando las llamas del descontento. Las manifestaciones no se limitaron a Londres; ciudades como Birmingham, Bristol y Manchester también fueron escenario de protestas, dando continuidad a una serie de movilizaciones que comenzaron en agosto con disturbios en hoteles que albergaban a solicitantes de asilo.

La controversia alcanzó su punto álgido con la intervención virtual de Elon Musk, el magnate dueño de X (antes Twitter). En un mensaje dirigido a la multitud a través de un enlace de video, Musk, conocido por sus posturas conservadoras y su crítica al "woke mind virus", lanzó un dardo envenenado al gobierno británico, llamando a la "disolución del parlamento" y a un "cambio de gobierno" urgente.

"No podemos esperar otros cuatro años, o cuando sea la próxima elección, es demasiado tiempo", proclamó Musk, apelando al "sentido común británico" y preguntando: "¿En qué mundo vivirán si esto continúa?". El multimillonario elevó el tono, advirtiendo que "la violencia viene a ustedes. O luchan o mueren, esa es la verdad".

Musk, quien ha tenido enfrentamientos previos con el gobierno británico por la Ley de Seguridad en Línea de 2023, que considera una amenaza a la libertad de expresión, no escatimó en críticas a la "izquierda", a la que acusó de ser "el partido del asesinato", en referencia a la muerte de Charlie Kirk. "Hay tanta violencia en la izquierda […] La izquierda es el partido del asesinato y de celebrar el asesinato", sentenció, alimentando aún más la polarización y la tensión en un Reino Unido cada vez más dividido. El futuro se presenta incierto, con la sombra de la inmigración y el descontento social planeando sobre el horizonte político.

Fuente: El Heraldo de México