La figura de Ifigenia Martínez se erige como un faro en la historia de México, iluminando el camino hacia la justicia social y la igualdad. Su legado, ahora reconocido con la Presea “Sentimientos de la Nación”, trasciende el ámbito económico y político para convertirse en un símbolo de la lucha incansable por un país más justo y soberano. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, al entregar este galardón póstumo, no solo honra a una mujer excepcional, sino que también reivindica los valores fundamentales que dieron origen a nuestra nación.

Más allá de los títulos y los cargos que ocupó –economista destacada, académica brillante, diplomática perspicaz y política comprometida–, Ifigenia Martínez encarna la esencia misma de la transformación social. Su trayectoria es un testimonio vivo de la perseverancia y la convicción, un ejemplo para las nuevas generaciones que buscan construir un México más inclusivo y democrático.

La ceremonia de entrega, celebrada en el marco del 212 Aniversario de la Instalación del Primer Congreso de Anáhuac, adquiere una significación aún más profunda. En ese mismo lugar, donde resonaron las palabras de José María Morelos y Pavón, se reconoce a una mujer que dedicó su vida a materializar los ideales plasmados en los Sentimientos de la Nación. La abolición de la esclavitud, la división de poderes, la soberanía popular: principios que Ifigenia Martínez defendió con vehemencia a lo largo de su carrera.

La presencia de los titulares del Poder Ejecutivo y Judicial, así como del representante del Gobierno de México, subraya la importancia de este homenaje. El pase de lista de los diputados constituyentes y la lectura íntegra de los Sentimientos de la Nación nos transportan a ese momento crucial de nuestra historia, recordándonos la importancia de preservar y fortalecer los cimientos de nuestra democracia.

El hecho de que Rodrigo Rojas Navarrete recibiera la presea en nombre de Ifigenia Martínez añade un toque emotivo a la ceremonia. La imagen de la gobernadora Salgado Pineda entregando el máximo galardón del Estado de Guerrero a un representante de la galardonada simboliza la continuidad de la lucha por la justicia social, la transmisión de un legado invaluable a las futuras generaciones.

La mención de la gobernadora sobre la participación de Ifigenia Martínez en momentos históricos clave del país, como la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador y la entrega de la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo, reafirma su trascendencia en la vida política de México. Su presencia en estos eventos no fue casual, sino el reflejo de su compromiso inquebrantable con la transformación del país.

Ifigenia Martínez no solo fue testigo de la historia, sino que la ayudó a escribirla. Su legado nos inspira a seguir trabajando por un México más justo, igualitario y soberano, un país donde los ideales de los Sentimientos de la Nación se conviertan en una realidad palpable para todos. Su nombre, inscrito con letras de oro en la historia de Guerrero y de México, seguirá resonando como un llamado a la acción, un recordatorio de que la lucha por la justicia social es una tarea continua y que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de un futuro mejor.